Jesús
nuestro Señor Dice:
“Orad por mis dos papas elegidos canónicamente. Un grupo de
cardenales rebeldes quieren la dimisión del actual papa y lo que es peor,
quieren celebrar entre ellos un nuevo cónclave, para nombrar un nuevo papa;
esto está por suceder y dándose, sobre la silla de Pedro se sentará un antipapa”.
“Los escándalos de la banca del Vaticano, de pederastia e impureza
y las nuevas reformas impulsadas por mi vicario son la mecha que está a punto
de encenderse y que hará estallar la hecatombe espiritual más destructora en la
historia de la iglesia. El cisma está por reventar; millones de almas van a
perder la fe y se van a apartar de mi iglesia”.
“Por los pasillos del Vaticano ronda la confusión, la
traición, la intriga y la rebelión”.
“Mi iglesia va a tambalearse, pero no caerá porque soy la Roca
que la sostiene. En medio del caos un nuevo papa será elegido, pero éste no
vendrá de parte mía. El antipapa dará la orden de cerrar mis templos profanar
mis tabernáculos; mi culto diario será suspendido y mi rebaño fiel será
perseguido, encarcelado y torturado. Habrá, una nueva inquisición y muchos de
mis hijos fieles, morirán mártires”.
“Ninguno de mis dos vicarios existentes es plenamente
aceptado dentro del Vaticano y desatándose el cisma, la vida de mis dos papas
correría peligro. A partir del momento en que los rebeldes elijan su nuevo papa
mi vicario tendrá que huir de Roma, porque de no hacerlo su vida correrá
peligro. La profecía de mi Madre en Fátima está por cumplirse en su totalidad”.
“Apoyad a mis papas con vuestras oraciones y no abandonéis
a mi iglesia; permaneced firmes en la fe y uníos a mi Madre con el rezo del
Santo rosario, haciendo oración para que las puertas del infierno no
prevalezcan contra ella y el exorcismo de mi amado Miguel después del rosario
de los misterios dolorosos, pidiendo el fortalecimiento de mi iglesia. ¡Ánimo
rebaño mío, no temáis, todo lo escrito tiene que cumplirse. Cielo y tierra
pasarán, más mis palabras no pasarán! ”
María,
Nuestra Santísima Madre dice:
“Ya están llegando los días de tinieblas, el tiempo de mi
adversario está por comenzar. Permaneced unidos en la oración, alerta y
vigilantes porque es el tiempo del último reinado de mi adversario, los
demonios van a invadir la tierra y los gobiernos de las naciones dirán que son
extraterrestres”.
“Tened lista la protección del cielo para que podáis
enfrentar las fuerzas del mal. Que no falte en vuestros hogares los
sacramentales: agua, sal y aceite e igualmente todas las medallas, rosarios e
imágenes que nos representan, todo debidamente exorcizado y bendecido por uno
de mis hijos predilectos. Que el ictus
esté en la puerta de entrada de vuestras casas y en cada una de las puertas de
las habitaciones debidamente bendecido y exorcizado. No olvidéis la armadura
espiritual (Efesios 6, 10 -18), el salmo 91, el rosario a la preciosa sangre,
el rosario de las Santas llagas, el rosario de la Virgen María y el exorcismo
de San Miguel. Los demonios van a estar sueltos de forma espiritual (mundo
invisible donde también están los espíritus malignos de virus que invaden la
tierra) y encarnados en seres humanos, buscando la forma de haceros perder;
por eso, debéis estar bien protegidos vosotros, vuestras familias y vuestros
hogares para que ninguna fuerza del mal pueda haceros daño.