EL RETORNO DEL PASADO
Jesús Nuestro Señor y María Nuestra Madre se dirigen a la humanidad:
Mi Amor es una planta, sus raíces crecen y se profundizan
en la consciencia de los Míos para que ningún viento les mueva sino se mantengan
en fe junto a Mí y Me pidan ser el agua que les lleve a crecer día a día. El
hombre de fe no decae, echa raíces como la planta y toma fuerza como el acero
porque dentro de sí, habita el Amor Infinito de Dios que no lo deja solo sino
que le demuestra cada instante, su presencia en medio de su Pueblo:
Me doy a todos por igual sin distingos, esperando recibir
el amor de Mis hijos para que sean Uno Conmigo, escuchen Mi Palabra y la hagan
vida; el hombre viejo tendrá que morir a su ego para que resurja el hombre
nuevo y forme parte del Pueblo Santo purificado, digno del Dios Uno y Trino.
NECESIDAD DE VIVIR DEL CIELO POR ADELANTADO:
El que no toma consciencia de esto, quedará
inevitablemente hundido en el FANGO DEL LIBRE ALBEDRÍO mal
empleado; ésta humanidad encuentra satisfacción en el sufrimiento de sus
semejantes y la lleva a cabo en el dolor de sus hermanos; mantiene sed de
sangre pues la consciencia de muchas criaturas, es ahogada por otras:
¡EL RETORNO DEL PASADO!
El mal que derramen recae sobre ustedes mismos transformándose en su propio
verdugo:
Lo que un hombre niegue a su hermano, lo que haga en su
contra, lo que piense y sienta, lo que experimente en el corazón, de esa misma
medida, retornará personalmente hacia él. Ningún acto del hombre queda en el
vacío, todo retorna nuevamente a él: Así como una planta nace de una semilla
para desarrollarse y luego dar fruto y ése fruto a su vez da otra semilla, así
el hombre, en todas sus obras y actos, cuanto ejecuta, aun con el pensamiento, todo retorna a él, para bien o para mal, según
el libre albedrío.
Necesito la disposición y la decisión de Mis hijos de ser
más espirituales pues lo mundano ha puesto un velo en los ojos espirituales de
los Míos para que nieguen el instante apremiante que viven de la decisión de
separar el trigo de la cizaña y que de ésta forma, más almas se pierdan, ya que
el mal, no calmando su sed, busca víctimas inocentes. La Misericordia de Mi
Hijo es abundante, tanto, que el Cosmos en general, intervendrá y actuará hacia
el hombre para que vuelva su mirada al Cielo… Cielo que derramará fuego sobre
la tierra y quienes han negado ésta Palabra, abatidos, solicitarán piedad:
FRENTE AL FUERTE INDICIO DE LA GUERRA, EL SOL ACTUARÁ BUSCANDO DESVIAR LA
TESTARUDEZ Y EL PADECER DEL HOMBRE POR EL MISMO HOMBRE, PERO ÉSTE NO SE
DETENDRÁ… EL ÁGUILA SERÁ HERIDA Y SE TAMBALEARÁ.
No esperen la persecución ni la enfermedad que retorna,
no esperen la peste tanto del cuerpo como del espíritu… Los Templos serán nuevamente cerrados ante las exigencias de los que no aman a Mi Hijo y el
Signo Sagrado de
la Cruz, será prohibido en todo lugar
público:
Permanezco atenta a Mis hijos, no teman, estoy en el
Pueblo de Mi Hijo, no desamparo a ninguno, ni siquiera a aquellos que no me
llaman Madre. El amor debe reinar en sus corazones, cada paso que dan, si
tiende al mal, les alejará del bien absoluto… ¡Sean lámparas colmadas de aceite!
Se ha
ocultado Palabra Divina, no por mala voluntad, sino en busca de la
discreción, pero, por Divina Providencia, he venido a darles, poco a poco, como
a niños de pecho, lo que no conocían: Al que se le da, es aquél que ha dado a
sus hermanos, pero aun, habiéndole dado, es ingenuo y fácil de engañar:
Les hago ver la depravación que existe, la dureza del
corazón del hombre como signo que traspasa y transgrede la Ley de Mi Hijo
mientras parte de la Jerarquía de la Iglesia,
niega el pecado, el demonio y el infierno, dejando que la humanidad actúe en
total libertinaje. ¡Cuánto dolor habrá cuando a los fieles se les prohíba
cumplir los Mandamientos, se les prohíba los Sacramentos y la Sagrada Palabra
en la Escritura sea negada! ¡Cuánto dolor, el Pueblo de Mi Hijo será engañado!
Sutilmente, el mal no se detendrá, va creciendo hasta que
el anticristo tome total posesión de la Silla de Pedro en la tierra: Cada
instante, la masificación les exige más compromiso con el gran plan programado
por satanás para que ustedes no eleven el pensamiento hacia lo espiritual; en
el corazón del hombre, el enemigo del alma clava continuamente la insidia de la
traición, del desamor y de la impiedad frente al dolor de los hermanos.
¡MI HIJO TRANSFORMÓ A UNAS CRIATURAS EN PESCADORES DE HOMBRES!
Continúen en ese testimonio sin temores pues los ángeles caídos no temerán ante ustedes… El servir a un hombre es
cosa temporal, pero el servidor de los ángeles caídos trasciende
el tiempo. Mediten en que la vida no termina en la tierra con la muerte y conviértanse
antes de que sean encadenados por satanás: El obrar y actuar contrarios a la
Voluntad Divina oscurece el alma y la criatura se somete a las fuerzas del mal
que le doblegan.
Como Madre no oculto el amor frente a Mis hijos ni guardo
silencio cuando no obedecen a Mi clamor, les llamo insistentemente: ¡Éste es el
instante, no para ser tibios, es el instante de la decisión! ¡Únanse!
Unidos lograrán que el enemigo se aleje; sean inamovibles en la fe, en la
esperanza, en la caridad, a sabiendas de que Yo, Uno y Trino, no abandono a
quien se confía a Mi cuidado:
La fuerza de la naturaleza desea contrarrestar el paso
del mal para que Mis hijos despierten… Aun así, no teman, continúen en fe que
de Mi Casa llegará la Bendición para Mi Pueblo, el mal no lo derrotará pues
está cobijado por el Manto de Mi Madre… ¡Ella es la Abogada de la humanidad,
clamen en todo instante a Mi Madre! Satanás desprecia a los hijos de Mi Madre y
en éste momento en que la humanidad es probada como en ningún otro tiempo,
aquél que sea hijo verdadero de Mi Madre, será doblemente probado.
Satanás conoce
bien a Mi Madre, le teme, ante Ella huye aterrorizado, a sabiendas de
que será Mi Madre quien le dará la herida final y le arrojará lejos de Mi
Pueblo para que no les pueda tocar; satanás conoce Mi Madre y ante su pureza, pierde todo poder
sobre el hombre: Yo, Cristo, Su Hijo, no le niego lo que Me solicita para Mi
Pueblo… Los pechos que Me amamantaron, en éste instante, manan leche y miel
para Mis hijos, fe, esperanza y caridad.
NO SE NIEGUEN LA BENDICIÓN Y LA INTERCESIÓN POR CADA UNO DE USTEDES NEGANDO
A MI MADRE: MI MADRE SERÁ QUIEN APLASTE LA CABEZA DE SATANÁS Y FORTALEZCA A MI
PUEBLO PARA QUE NO SUCUMBA ANTE EL ENEMIGO DEL ALMA