LA CIMA DE LAS PROFECÍAS

 LA CIMA DE LAS PROFECÍAS


URGENCIA DEL RETORNO

 

Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María se dirigen a la humanidad:

 

Se encuentran en LA CIMA de la culminación de las PROFECÍAS dadas años atrás por el Cielo, por Mi Hijo y por esta Madre y se ejecutarán como se ha cumplido toda palabra venida del Cielo.

 

El ir y venir de lo cotidiano, el desenfreno de la mente y la inconstancia de la criatura humana les hace pensar que lo anunciado no se dará y cuando piensan que el tiempo pasa y los acontecimientos no llegan, se burlan de la Palabra de Mi Hijo y de la Mía, pero ya ha llegado el instante en que no lo podrán hacer más y en su lugar, el llanto asomará a los ojos de aquellos que no han creído.

 

La palabra pidiendo auxilio llegará a la boca de quienes han perseguido a los Profetas de Mi Hijo, a aquellos que arriesgándose ante un mundo sin Dios, han abierto sus labios para proclamar los designios de la Casa Paterna.

 

Con la Palabra de Mi Hijo se debe guardar respeto, ésta se cumple y cuando designa a una criatura para una misión especial, la asume toda. Él no quiere hijos a medias que digan que han cambiado un poco, porque a esos, los vomitará de su boca.

 

Estos no son instantes para los tibios sino para los hijos de fe, para aquellos que se sacrifican totalmente y se entregan a la vida espiritual que exige la renuncia a todos aquellos gustos, anhelos, placeres y deseos mundanos, en un desprendimiento que duela, hasta que sangre el yo humano, pues no pueden pretender servirle a Mi Hijo, ser Mis hijos y coquetearle al mundo, ya que serán presa del mal.

 

Satanás ya no merodea, ha penetrado en la humanidad amordazando los sentidos de los hombres para que no miren el pecado como tal y envilezcan el pensamiento, ofendiendo a Mi Padre como nunca antes el hombre lo ha hecho: ¡Han desafiado Mis Mandamientos y aquellos que se hacen llamar a sí mismos Laicos, Siervos y Fieles Míos, se devoran unos a otros mientras el demonio sopla las llamas para que las contiendas sean mayores y Mi Iglesia se devore a sí misma!

 

El infierno no solo está deseoso de mantener las almas dentro de él, sino que el maligno se complace al mirar a algunos de los Míos, recibir a Mi Hijo en la Eucaristía para después, como fuego ardiente, vivir en el odio, la venganza y la envidia, disfrazados de buena voluntad o considerándose defensores de la Iglesia de Mi Hijo.

El mal se ha abocado a dividir a Mis hijos conscientes de la realidad que vive esta generación decadente. La oración personal es importante, el bullicio en el que se mueven no les permite escuchar y mirar las inminentes señales de los tiempos. Los hombres, Mis hijos, niegan el advenimiento de los eventos cercanos a esta generación, los niegan por timidez, por la falta de cercanía con Dios y por una disimulada conveniencia hacia los preceptos que deben cumplir.

 

Peregrino de ser en ser apelando a la consciencia de los Míos para que no se separen, para que permanezcan en unidad y así se fortalezcan unos a otros mediante la Palabra Divina y el amor fraterno. La comunidad unida es la gran muralla ante la cual, el mal no puede penetrar y mantenerse firme en el camino recto, es condición para continuar, sin dejar de ser humildes, de apoyarse mutuamente, de ser fraternos, de solicitar el auxilio Divino sin el cual, no podrán caminar.

 

Los instantes venideros no serán benevolentes con ninguno de ustedes: Mis hijos serán perseguidos por los seguidores del anticristo que se multiplicarán, pero Mis Legiones vendrán en su auxilio… Ésta es la razón por la cual voy peregrinando de lugar en lugar, uniendo a las almas amantes de Mi corazón, para que, como una gran cosecha, den un solo fruto: La unidad. Quienes lo niegan en este instante de los instantes, lo verán cumplirse y Mis Palabras vibrarán dentro de ellos.

 

El libre albedrío quedará sujeto a las órdenes del que engañará al hombre… El hijo de las tinieblas se levanta con la anuencia de los poderosos, sus seguidores; la incredulidad alimenta al mal y le da armas para atacar sin piedad a quienes, renunciando a Mi Hijo, se rinden a cuanto ingenio del mal llega a sus manos.

 

Cada uno de los anuncios emanados por Voluntad Divina se ha ido cumpliendo y se cumplirán los restantes… Esto, no para que teman, sino para que tomen consciencia de que deben RETORNAR CON PRONTITUD a Mi Casa y escuchar Mis llamados y los de Mi Madre con atención, no solo en la mente y el pensamiento, sino sobre todo en el corazón, ablandándolo totalmente.

 

¡NO DEBEN TEMER TANTO A LO QUE VA A SUCEDER, SINO A PERDER LA VIDA ETERNA!

 

El tiempo cambia frente a la respuesta humana y si ésta es acorde a la Voluntad de Mi Hijo, el tiempo se prolonga…Sin embargo, la respuesta de esta generación es tan lamentable, que el tiempo es instante y el instante no es instante.