HECATOMBE ESPIRITUAL Y CALVARIO DE LA IGLESIA

 

HECATOMBE ESPIRITUAL Y CALVARIO DE LA IGLESIA


JESÚS SUMO Y ETERNO SACERDOTE DICE:

Mi iglesia va a tambalearse, será flagelada por el azote de la división, pero las puertas del infierno no prevalecerán contra ella –escrito está—

Los rebeldes se apartarán de ella y arrastrarán consigo un gran número de almas. Una nueva iglesia fundarán y ésta le servirá totalmente a mi adversario; otro Papa será nombrado. Roma será presa de la anarquía, perderá la fe y arderá en sus siete colinas como en los tiempos de Nerón; la que otrora  fuera la cuna del cristianismo, donde planté mi roca, mañana en ruinas, caos y desolación quedará.

La hecatombe espiritual estallará y mi iglesia será pisoteada, vituperada y mancillada por sus detractores. Millones de almas van a perder la fe, se apartarán de mi iglesia por los escándalos que se desatarán y muchos, por ignorancia, se unirán a los rebeldes. Las cabezas de muchos Jerarcas de mi iglesia, rodarán por el suelo, el cisma se aproxima. Mi Vicario tendrá que huir

La nueva iglesia será la cloaca de los demonios donde no habrá moral sino libertinaje y pecado, donde no habrá compromiso ni cruces, ni camino angosto ni estrecho, todo será permitido, ninguno será pecador; bajo el lema del Amor, todos serán absueltos de sus pecados. Esta iglesia adorará a satanás y le rendirá culto; todo está listo para dar comienzo a la iglesia de la Nueva Era, dirigida por la Masonería Eclesiástica y orientada por mi adversario       .

¡Oh Judas  vestidos de púrpura, muchos de vosotros seréis mis verdugos; nuevamente entregaréis al Hijo del Hombre, representado en su iglesia, a manos del adversario! Vuestra hora se acerca, lo que tenéis que hacer, hazlo pronto. ¡Ay de aquellos que entregarán a mi iglesia que Soy Yo, porque en verdad os digo que vuestra paga será la muerte eterna!

Discípulos míos, venid a consolarme, me embarga la soledad y la tristeza al ver la traición que sufriré de parte de aquellos que dicen ser mis familiares y que juraron serme fieles. Mi dolor es grande al recibir los azotes de la traición, las espinas de la ingratitud y la cruz de la división de mi iglesia; mi calvario se aproxima, no me dejéis solo.

Hoy, los enemigos de mi iglesia conspiran contra ella, amparados bajo el pretexto de una pandemia  y ayudados por muchos de mis Pastores que con su actitud, les están ayudando a destruir la fe de mi pueblo. Muchos de mis Pastores están cerrando mis templos y otros me están repartiendo sacrílegamente, la apostasía  va en aumento.


Hijos predilectos, que tristeza siento al ver que solo en mis templos hay peligro de contagiarse, según muchos de vosotros y según los enemigos de mi iglesia. En las demás actividades de la vida humana hay aglomeraciones de personas sin distanciamientos y con el mínimo de protocolos, y ahí, no hay peligro de contagiarse; solo en mis templos y actividades religiosas hay censura; en mis templos si hay distanciamientos y severidad en los protocolos y lo más triste es ver como muchos de mis predilectos callan por temor y permiten tan vil atropello a mi rebaño.

¡Pastores infieles, Yo SOY camino, verdad y vida! En cada sacrificio incruento de mi Santa Misa, estoy Vivo y Real, Espiritualmente en medio de vosotros y mi pueblo; entonces si Yo estoy con vosotros ¿Quién  podrá estar en contra de vosotros? El poder de la oración de mi pueblo no contamina; por el contrario, sana y libera; la fe y la oración de mi pueblo fiel, es el mejor antídoto para cualquier virus o pandemia. ¡Pastores de mi rebaño, abrid de nuevo mis templos para que mi pueblo fiel venga a adorarme; no os hagáis reos de culpa siguiéndole el juego a los enemigos de mi iglesia para que no tengáis de que lamentaros mañana!


MARÍA, MADRE DE LA HUMANIDAD DICE:

Multitud de hijos míos corren a la perdición y el pecado. Tantas almas caen al infierno como caen las hojas de los árboles en tiempo de otoño; muchos hombres son arrastrados por falsas filosofías, son arrebatados de la verdad del evangelio, son arrebatados de la única iglesia fundada por Jesucristo. Cada vez más, la iglesia es herida, golpeada y traicionada.

Se pretende fundar una iglesia ecuménica universal formada por la fusión de todas las confesiones cristianas, incluyendo la iglesia católica, donde el pecado es justificado y presentado como un valor o un bien, donde se niega la realidad de los milagros y se duda de la Divinidad de Jesús y de su misión salvífica. Se pretende fabricar un ídolo nuevo, es decir, un falso Cristo, una falsa iglesia. Satanás quiere llevarse consigo el mayor número de almas a la perdición.

El Nuevo Orden Mundial tiene como finalidad someter a las naciones y desaparecer de la faz de la tierra a la religión católica cristiana porque para éste régimen, el nombre de mi Hijo Jesús, es un obstáculo para sus planes. Este régimen servirá al anticristo y todas las naciones estarán bajo su sometimiento.

 

SAN MIGUEL ARCÁNGEL DICE:

He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia. Disfrazado de ángel de luz, con la escolta de todos los espíritus malignos, rodea e invade la tierra entera y se instala en todo lugar, con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad, el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia, el letal soplo de la lujuria, de todos los vicios e iniquidades. Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para ella es más querido. Donde fueron establecidas la sede de san Pedro y la cátedra de la verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono  de la abominación de la impiedad de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey.


NUESTRA MADRE SANTÍSIMA DICE:

No tengáis miedo porque el poder del Espíritu Santo estará con vosotros y antes que os caiga la espada, seréis arrebatados y llevados al Cielo. Permaneced, firmes en la fe; en estas pruebas seréis acrisolados como el oro en el fuego.