RESULTADO DEL LIBRE ALBEDRÍO
Nuestro Señor Jesucristo y la
Santísima Virgen María hablan a sus hijos:
Llamo
a Mi Pueblo fiel, a ese que me ama en Espíritu y en Verdad, a mantenerse en
pie, ya que llega la oscuridad física y alcanzará todo el globo terráqueo,
evento cósmico donde la tierra será oscurecida y se estremecerá con fuerza. La
hora del castigo está próxima, pero yo manifestaré Mi Misericordia.
Aquellos
que temen Mi Justicia no me conocen a profundidad pues ignoran que aun
ejecutándola, ésta lleva implícita Mi
Misericordia, de lo contrario, todo sería aniquilado. Ésta generación será
testigo del grande castigo: Mis ángeles se encargarán de exterminar a todos los
que se burlan de Mí y no creen a Mis profetas; huracanes de fuego serán
lanzados por las nubes y se extenderán sobre toda la tierra; temporales, tempestades,
truenos, lluvias ininterrumpidas y terremotos, cubrirán la tierra.
Por espacio de tres días y tres noches, una lluvia ininterrumpida de fuego seguirá, para demostrar que Dios es el Dueño de la Creación, tres días que les sumergirán en la oscuridad, tanto que muchos, sentirán que es el fin del mundo, oscuridad como la de antaño en Egipto, oscuridad del alma, oscuridad física donde se avergonzarán de haber ofendido tan extremadamente a Dios.
Tres días durante los cuales deben
permanecer en sus hogares y mantener las puertas selladas para que la luz de
los terribles rayos y centellas que caigan de arriba, no les haga daño alguno,
puesto que detrás de ellos, los demonios, a la vez, darán muerte a un sin
número de Mis hijos y Yo, con gran dolor, derramaré Mis lágrimas sobre ellos.
No habléis con ninguna persona fuera de la casa. Arrodillaos ante vuestro crucifijo y arrepentíos de vuestros pecados; rogad a Mi Madre para obtener su protección rezando piadosamente el Rosario, en lo posible en común o solos. No miréis hacia afuera mientras la tierra tiembla, porque el enojo de Mi Padre es Santo y los que no presten atención a ésta advertencia, serán abandonados e instantáneamente, matados por el furor de la cólera Divina. El viento transportará gases envenenados que se difundirán por toda la tierra: los que sufran inocentemente, serán mártires y entrarán en Mi Reino.
Tres días permanecí en el sepulcro
para luego resucitar, así ustedes serán privados de la luz por tres días. Durante esos tres días y tres noches, solo las velas bendecidas el día de La
Candelaria (2 de febrero), serán las que podrán ser encendidas y darán luz
sin consumirse. Pasados estos tres días, resplandecerán como resplandece la luz
que no se oculta y un sentimiento de inconmensurable gratitud, se apoderará de
los que sobrevivan a ésta terrible prueba.
Cuando
miren en el cielo lo que se acerca más y más a la tierra, inviten a Mi Madre
con el Ave María para que sus ángeles les protejan. Será la oscuridad anunciada
la que llegará y se apoderará del mundo, acrisolando a Mi Pueblo, a ese que Me
ha desalojado de su corazón: LLEGARÁ A LA TIERRA UN COMETA Y PROVOCARÁ LOS TRES
DÍAS ANUNCIADOS POR MÍ.
Llegará
la conmoción del universo al escuchar los lamentos de los hombres; el sol calentará la tierra como nunca antes y en un instante, la oscuridad llegará a la tierra sin ser
anunciada, permitiendo que en el firmamento, tome lugar protagónico, el
resplandor que impide al hombre, mirarle con claridad, hasta que el estruendo
sea el eco en la tierra y todos sean conscientes de que lo anunciado por Mí y
por Mi Madre, es verdad.
Estos
tres días son el resultado del libre
albedrío del hombre, la consecuencia del humo del pecado que sube a tal
grado, que Dios enviará a los ángeles a tocar sus trompetas antes. Los tres
días de oscuridad serán de origen Divino.
Los
que creen y esperan en Mi Palabra, no tendrán nada que temer porque Yo no los
abandonaré, lo mismo a los que escuchen Mis Mensaje. Ningún mal herirá a los
que están en estado de gracia y buscan la protección de Mi Madre.

