PADRE DE LA HUMANIDAD.
“¡YO SOY VUESTRO PADRE, UNO
Y TRINO, SEÑOR DE SEÑORES, DIOS DE DIOSES, FUERA DE MÍ NO HAY MÁS DIOSES. YO
SOY EL CREADOR DE TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE, EL ALFA Y LA OMEGA, SEÑOR Y
DIOS DE TODOS LOS TIEMPOS!”
Deseo
que mis hijos me rindan adoración y culto, que todo el mes de Agosto sea
dedicado a honrar MI Nombre. Especialmente escojo el primer domingo o el día
siete (7) de dicho mes para que sea consagrado para glorificarme, de modo muy
particular, con el nombre de PADRE DE LA HUMANIDAD. Para ésta fiesta no pido
nada extraordinario, solo deseo una misa y una celebración apropiada. No es
difícil encontrar en los textos de la SAGRADA ESCRITURA: “Habrá un tiempo en el
cual DIOS tiene que ser glorificado como Él desea, porque solo Él es digno de
honor, de amor y de alabanza para siempre.” En el EXODO podéis leer que hay que
ensalzar a DIOS con un culto especial, sobre todo, los Salmos de DAVID,
contienen ésta enseñanza. En los Mandamientos que Yo mismo dí a MOISÉS puse en
primer lugar “Adorarás y amarás perfectamente a un solo Dios.”
Amar y ensalzar a una persona son dos cosas que van
juntas .Dado que os he colmado de muchos bienes, tengo por lo tanto que ser
alabado por vosotros en modo particular; dándoos la vida, he querido crearos a
Mi Imagen y Semejanza, por lo tanto,
vuestro corazón es sensible como el Mío y el Mío como el vuestro:
¿Qué no harías si uno de vuestros vecinos os
hiciera un pequeño favor para complaceros? El hombre más insensible conservaría
para esa persona un agradecimiento inolvidable. Pues bien, Yo, Yo seré mucho
más agradecido con vosotros, asegurando la vida eterna, si Me hacéis el pequeño
favor de glorificarme como os lo pido.
Éste deseo lo conservo en Mí desde toda la
Eternidad y desde la creación del primer hombre, Mi obra maestra. Lo manifesté
varias veces a los hombres, sobre todo en el Antiguo Testamento, pero el hombre
no lo ha entendido nunca. Ahora, éste deseo me hace olvidar el pasado siempre y
cuando se realice en el presente, en Mis criaturas del mundo entero:
Que
todo el clero se empeñe en el desarrollo de éste culto y sobre todo, que me
haga conocer por los hombres así como Soy y como Seré siempre con ellos, es
decir, el PADRE más tierno y más amable de todos los padres;
Que
los sacerdotes se empeñen en buscar en las Sagradas Escrituras, lo que dije en
otros tiempos y que hasta ahora HA SIDO IGNORADO, en
relación con el culto que deseo recibir de parte de los hombres.
Pueblo Mío, Heredad mía: Vuestra purificación está
en marcha y se irá acrecentando con el correr de los días. No deseo vuestra
muerte sino purificaros para que mañana, un
resto de vosotros, sea Mi Pueblo fiel. Os estoy purificando paso a paso
para que podáis fortaleceros en el cuerpo, alma y espíritu, con el fin de que
mañana salgáis victoriosos en los días de la gran prueba que será el último
reinado de Mi adversario, donde sentiréis en el cuerpo, el alma y el espíritu,
la máxima purificación que os acrisolará para que brilléis con luz propia y
podáis ser llamados Mi Pueblo Elegido.
Por
intercesión de Mi Amada Hija María y Madre
vuestra que unida a todos los seres celestiales en alabanza, adoración e
intercesión claman misericordia para la humanidad, es por lo que Me he
abstenido de enviaros todo el rigor de Mi Justicia. Soy más PADRE que Juez, no Me complazco en la
muerte del pecador, pero veo con dolor de PADRE
cómo a diario quebrantáis Mis Preceptos y cometéis injusticias con vuestros
hermanos; el pecado y la maldad caminan con la inmensa mayoría, la degradación
moral, social y espiritual en que ha caído ésta generación, hacen de ella, la
más perversa de las que han existido.
El
código del amor con el cual creé todas las cosas y las criaturas, el
pecado y la maldad de éste generación, lo han mancillado. ¡Nunca antes había visto tanta maldad y pecado de parte de Mi criatura
más amada, el hombre! La inteligencia
con la cual lo doté, es utilizada para el servicio del mal. Mi Creación se está viendo afectada por toda la maldad y
el pecado de éste generación y corre el riesgo de desaparecer; si no os enviara
el castigo, el hombre de hoy, destruiría Mi Creación. La gracia del libre albedrío que os di, la habéis utilizado para
caminar en el mal y obrar con injusticia y de seguir así, vosotros mismos os vais
a destruir.
Recapacitad Hijos Míos, no os he enviado el castigo
que merecéis porque Soy fiel a Mi Palabra y espero como PADRE a que se agote la última milésima de Mi Misericordia. Quiero
que volváis a Mí como lo hizo el hijo
pródigo, dejad de pecar y de quebrantar Mis Preceptos…y si así lo hiciereis, os
aseguro que os perdonaré y tendré con vosotros más Misericordia que la que tuve
con los habitantes de Nínive: A mayor pecado, mayor Misericordia si os
convertís. No quiero que me conozcáis como Juez porque os aseguro que para Mi
Justicia, ninguno de vosotros es irreprochable.
MI
AVISO está llegando y es la última puerta abierta de Mi Misericordia. Espero que
al pasar por la Eternidad, os despertéis de vuestro letargo y volváis al Amor
de DIOS. Recordad, no quiero vuestra
muerte sino que viváis para que podáis habitar mañana Mis cielos nuevos y Mi
nueva tierra.
¡Conozco
las debilidades de Mis criaturas, venid, venid a Mí con confianza y amor y Yo
perdonaré después de vuestro arrepentimiento! Aunque vuestros pecados fueran
repugnantes como el fango, vuestra confianza y vuestro amor, Me los harían
olvidar. ¡Yo Soy Justo, es Verdad, pero
el amor paga todo, con un poco de amor se rescatan enormes iniquidades!
¡Estoy
cerca de vosotros! Es necesario amarme y glorificarme para que no seáis
juzgados o, por lo menos, para que seáis juzgados con amor infinitamente
misericordioso. ¡No lo dudéis! Si Mi
Corazón no fuera así, ¡Habría ya
exterminado el mundo cada vez que se hubiese cometido el pecado!
En cada instante se manifiesta Mi Protección
mediante Gracias y Bendiciones; podéis concluir que existe un PADRE sobre todos los padres que os ama
y que nunca cesará de amaros, siempre y cuando lo queráis.
Vengo en medio de vosotros por dos caminos: La cruz y la eucaristía. Por medio de
la cruz os hice redimir por Mi Hijo, es el camino que sube hacia Mi Hijo y
desde Mi Hijo hacia Mí; sin ella nunca podríais llegar, porque el hombre con el
pecado, ha atraído sobre sí mismo, el castigo de la separación de DIOS. En la Eucaristía, Yo vivo en
medio de vosotros como un PADRE en su familia. Quise que Mi Hijo instituyese
la Eucaristía para hacer de cada tabernáculo un depósito de Mis Gracias, de Mis
Riquezas y de Mi Amor, para darlos a los hombres, Mis hijos.
Por estos dos caminos hago descender Mi
Omnipotencia y Mi infinita Misericordia, pero también vengo entre vosotros por
medio de MI ESPÍRITU SANTO: La obra
de ésta tercera persona de Mi Divinidad, se cumple sin ruido y es un medio muy
idóneo para vivir, no solo en el tabernáculo, sino también en el alma de todos
los que están en estado de gracia. Nadie puede comprender la alegría que siento
cuando estoy a solas con un alma. Nadie ha comprendido todavía los deseos
infinitos de Mi Corazón de DIOS PADRE
´para ser conocido, amado y glorificado
por todos los hombres, justos y pecadores. Son éstos tres homenajes que deseo
recibir de parte del hombre, para que Yo sea siempre Misericordioso y bueno,
aún con los grandes pecadores.
¡Qué no he hecho por Mi Pueblo para que me diese el
hombre un culto especial como Me es debido como PADRE, CREADOR Y SALVADOR. Sin embargo, éste culto especial que he
deseado tanto, no me ha sido dado todavía!
Reconozco que Me alabáis en Mi Hijo, pero Yo
quisiera ver al hombre glorificar a su PADRE
Y CREADOR con un culto especial. Mientras más Me glorificáis, más
glorificáis a Mi Hijo, dado que por Mi Voluntad, Él se hizo Verbo encarnado y
vino en medio de vosotros para haceros conocer a aquél que lo mandó. Cuando me
conozcáis amaréis, a Mí y a Mi Hijo predilecto, más de lo que lo amáis ahora.
Quiero ser conocido,
amado y sobre todo glorificado, que todos reconozcan Mi infinita bondad
para todos y sobre todo para los pecadores, los enfermos, los moribundos y
todos los que sufren. No tengo otro deseo que el de amarlos, donarles Mis
Gracias, perdonarlos cuando se arrepienten y sobre todo, no juzgarlos con Mi
Justicia sino con Mi Misericordia, para que todos se salven y sean incluidos en
el número de los elegidos.
Concluyo
haciéndoos una promesa cuyo efecto será eterno: Llamadme con el nombre de PADRE,
con confianza y amor y recibiréis todo de parte de éste PADRE con amor y
misericordia.
Estaría agradecido y sería feliz si os viera venir
a Mí para hacerme las confidencias de vuestras necesidades como un hijo
confiado en su PADRE. Si me lo
pidieseis, ¿cómo podría rechazar
cualquier cosa, por mínima o máxima importancia que fuere? Aunque si no me
veis ni me sentís muy cerca de vosotros, ¡Cómo
sería meritorio para vosotros el haber creído en Mí sin haberme visto!
He
creado al hombre para Mí y es muy justo que Yo sea todo para el hombre. El
hombre no saboreará las verdaderas alegrías estando afuera de su PADRE Y
CREADOR, porque su corazón está hecho solo para Mí. Veo sus necesidades, sus
trabajos, todos sus deseos y Mi felicidad más grande es la de socorrerlo y
salvarlo.

