MISERICORDIA SIN DETENTES
Jesús Nuestro Señor y María Nuestra Madre se dirigen a la humanidad:
La humanidad se ha rebelado contra su Dios a lo largo de
la historia, pero ninguna generación superará el pecado y las ofensas cometidas
en contra de Mi Voluntad como lo ha llegado a hacer ésta generación: ¡Cuántos
Herodes se han abalanzado contra la inocencia, cuántos con sus mentes saturadas
por las banalidades y por el veneno que satanás han injertado en sus corazones,
cuántos dentro de los laboratorios dan mal uso a la ciencia para dar muerte a
criaturas inocentes!
¡EL GRAN HERODES DE ÉSTA HUMANIDAD ES EL DESEO DE PODER!
Poder que socava la mente de Mis hijos y endurece su
corazón para que no escuchen, no miren, no sientan, no piensen, sino solo
actúen bajo sus perversos instintos envenenados por el mal. ¡Con cuánta
tristeza miro cómo Mi Pueblo se ha olvidado de lo que padecí por cada uno! Les
miro llegar ante Mi Altar a Recibirme luego de haber profanado el Templo de Mi
Espíritu Santo que es cada uno.
¡Cómo ha decaído la voluntad del hombre, cómo se arrastra
ante el mal sin
tener fuerza para salir del fango! ¡Oh humanidad, cuánto Me ofendes
y cuánto llorarás, por tu propia mano perecerás! Ante el deseo de ahondar, han
sobrepasado los límites que como criaturas Mías, podrían pasar y han allanado
el camino del mal sobre el cual sucumbirán.
¡Cuántas criaturas sufren a causa de la tecnología mal
empleada, flagelo que no terminará de azotar a la humanidad, construida
indiscriminadamente por aquellos entregados al mal! Pronto llegaré ante esos
corazones de piedra para examinar el obrar y actuar de cada uno de los Míos.
Mi Hijo permanece entre ustedes, recorre las calles y
transita sus senderos; Él es el Eterno presente al que deben el Honor y la Gloria
de un Rey que es Rey sobre todo cuanto existe y para quienes reprochan que su
Justicia no ha llegado a su Pueblo, les pregunto si se encuentran preparados,
si son puros sus corazones y sus sentimientos, si los deseos de ustedes hacia
sus hermanos son de bien, luchan por la unidad y aman a Mi Hijo sobre todas las
cosas.
¡Acallen las voces del egoísmo, de la farsa, de la
hipocresía y de la inconsciencia, no deseo que se pierdan más almas! ¡Cuánto
lamento que aquellos que exigen la pronta justicia no se encuentren aun
preparados para recibirla! Ésta Justicia llegará inexorablemente con más
prontitud de la que ustedes creen. He salido al encuentro en la vida de cada
uno de ustedes porque como Padre, jamás
les he desamparado, pero se han negado ante mis llamados, ante éste Mendigo de
amor, ante éste Cristo crucificado y ensangrentado por amor a ustedes.
¡LES HE BUSCADO Y ME HAN RECHAZADO!
En los días de sol en que todo ha brillado y ha sido
felicidad, en los días de oscuridad, grises, nublados y de frío en donde quizá
la enfermedad, el vacío del alma o la soledad ha tocado la vida de ustedes; cuando les he mirado solos
para ser el amigo que consuela y acompaña; para llevarles agua a sus corazones
endurecidos, el agua de Mi Amor y de Mi Misericordia… Me han rechazado al no
necesitar de Mí, culpándome de cuanto padecen, rehusando Mi amistad y diciendo
que prefieren agua del mundo, de las bajas pasiones, del egoísmo y de la
envidia, de la soberbia y de la calumnia, de la lujuria y de la hipocresía… Me
han dicho que así encuentran felicidad sus almas.
¿QUÉ LES HE HECHO PARA QUE NO ME AMEN?
Se entregan al placer sin reparos ofendiéndome sin
medida, despreciando Mi Misericordia porque no desean enmendarse y en la otra vida
sufrirán el poder de Mi Justicia Divina, pero antes, padecerán por haberme
despreciado… Tantos de Mis hijos han dejado Mi Cruz en el camino para
entregarse a lo fácil, a los que no Me aman, oscureciendo Mis Leyes y Preceptos…
Lo que Mi
Iglesia sufre no es más de lo que Yo padecí ni más que Mi sufrimiento.
Tantas criaturas cerca de Mi Iglesia por apariencia y
tantas interpretaciones malas a lo que no es para interpretar sino para
obedecer… Cuántas criaturas denigran de Mi Iglesia y la azotan para dividirla…
¡Eso Me hace sufrir! Mi Iglesia triunfará al final pero antes de ello, habrá
división pues Mis grandes enemigos, estarán dentro de Ella… Una separación será
necesaria para que miren en su consciencia el mal y a la vez el bien que deben
seguir.
Me duelo por la humanidad sufriente que no Me permite
intervenir y ha colocado una barrera entre ellos y Yo. Mi Cruz la miro a un
lado de algunos que no la aceptan, Mis Legiones la recogen, la besan y caminan
al lado del hombre esperando el instante en que estos recapaciten, retornen y
la tomen. El mundo ofrece distracciones y acalla los lamentos con bebidas que
embriagan y canciones que nublan la mente y doblegan el espíritu hacia el mal
actuando en Mi contra, pero Yo encontraré los medios para establecer nuevamente
Mi Pueblo entre las criaturas.
¡MI MISERICORDIA NO ENCONTRARÁ DETENTES!
Se derramará sobre todos Mis hijos con regocijo…Ellos
será Mi Pueblo y Yo seré su Rey… El que acude a Mi Misericordia encuentra el
gozo por adelantado.