HUMANIDAD ARRASTRADA POR EL MAL

 

Apocalipsis Adelantado

 

HOMBRE ACTUAL: SERVIL Y SIN DIGNIDAD

 

Nuestro Señor Jesucristo se dirige a la humanidad:

 

Me despreciaron, Me desconocieron y se burlaron de M í, pero obediente a la Voluntad de Mi Padre, oré en Mi interior por todos los que gritaban ¡Crucifícale, crucifícale!

 

Camino al calvario no me detuve y mientras caminaba con Mi Cruz, miré a aquellos que comerciaban, dentro del libre albedrío, con la Palabra Divina… Mi mirada se perdía entre la muchedumbre observando a algunos que, reconocidos entre los hombres pero desconocidos por Mi Padre, vendían fragmentos de los Salmos y de la Palabra Divina interpretada con libre albedrío… Caminé mirando todos los instantes de la humanidad reparando por cada uno de Mis hijos, acompañado por Mi Madre y junto a Ella, Juán y Mis fieles discípulas que llegaron hasta el calvario mostrándose ante todos mientras la mayoría de Mis discípulos, miraban de lejos y otros se alejaron por temor.

 

¡BUSCO A MI PUEBLO Y LO SEGUIRÉ BUSCANDO!

 

Hay quienes se esconden para no ser reconocidos y hay quienes Me ignoran por respetos humanos: Unos no muestran su verdadero rostro, otros, entre tenue luz para no ser reconocidos y con voz baja, hablan sin fundamento contra Mi Palabra, en tanto que otros de Mis hijos, no entendiendo la grandeza de Mi Amor hacia la humanidad, Me dan la espalda ante la crítica y la mentira, pero aun así, perdono y amo, amo y perdono… Cual mendigo de amor continúo ante Mi Pueblo que deja de serlo por su propio interés:

 

Gran cantidad de criaturas Me han arrojado por completo de su vida para gozarse sin remordimientos de la muerte de sus hermanos en unión al demonio que festeja estos actos donde la violencia va en aumento abarcando tanto, que el mismo hombre no encuentra cómo alejarla… ¡Ésta es una de las grandes señales  del estado espiritual en que se encuentran los miembros de Mi Iglesia!

 

¡Cuán lejos miro al hombre de Mí!... ¡Cuán lejos permanecen del Amor Divino al no acercarse a Mí y no aceptar a Mi Madre como Madre de la humanidad y Madre Mía!... ¡Habiéndoles hablado ya de Mi Segunda Venida, antes de que todos Mis hijos se pierdan, la apresuro!... ¡No desesperen cuando les anuncien Mi llegada, alégrense pues Me mirarán descendiendo de los cielos!

 

¡Permanezcan atentos, no se desvíen del verdadero camino pues los lobos abundan rondándoles  para tomarles como presa y devorarles!... ¡No les desamparo si acogen Mi Ley que es una por los siglos de los siglos!... ¡YO Soy su Dios y Mi Palabra no cambia ni cambiará!... El hombre cree en su mayoría, en lo que mira y en ocasiones, en lo que no mira, pero cree en lo que le resulta cómodo o beneficioso de alguna manera para su existir… El pensamiento y el corazón humano es eclipsado por el esplendor de lo mundano haciéndoles adquirir hábitos contrarios a la rectitud como hijos que son del Rey y olvidar de dónde proceden:

 

La intranquilidad que se vive en éste instante invade las mentes agobiadas frente al desconocimiento, la insensatez y el embotamiento que produce la ciencia mal empleada que se dispersa como el viento, llevando a levantamientos sociales en los distintos países; así caminan de la mano la violencia y la maldad que, aunadas al desconocimiento de Mi Amor, logran que el hombre mal interprete Mi Omnipotencia.

 

 

 

EL AVISO DE DIOS:

 

Llegará el instante en que cada cual ante Mí, probablemente encontrará que no ha vivido en Mi Voluntad sino en un leve barniz; llegará el instante en que cada cual ante Mí, probablemente encontrará que Me despreció con calumnias y despreció también a sus hermanos viviendo en una falsa religiosidad que no es Mi Verdad ni Mi Mandamiento; llegará el instante en que cada cual ante Mí, se mirará a sí mismo y Yo, en ése momento, seré espectador ante el hombre quien también, al observarse su propia vida en la que fue actor de sus acciones y obras, se constituirá en un espectador más.

 

Pero en el instante actual, la única verdad es la rebelión que existe en contra de Mis Mandatos: Soy despreciado, Me responden con ira, con maldad, con falsedades, con lujuria, con desobediencia y con soberbia dando muerte a sus hermanos con armas creadas por el mismo hombre o con la propia palabra: La sangre de tantos inocentes es vertida por odio a la fe  y la violencia crece en aquellos que se entregan a satanás llevando por toda la tierra la ira que les injertan los demonios.

 

HUMANIDAD ARRASTRADA POR EL MAL:

 

Los seres humanos se encuentran sumidos en el acelerado paso por lo mundano y no advierten que , cuanto se gesta con aparentes buenos propósitos, es solo parte de la libertad engañosa que les ofrece el maligno opresor de las almas para atraerles y seducirles: La humanidad, arrastrada por el mal, no camina, no da pasos firmes, tan solo transita de un lado para otro sin dejar huellas de vida eterna; dominada por el maligno, busca desaparecer a Mi Pueblo, consigna de satanás, mientras que su engendro, el anticristo, en alianza con las élites de las grandes naciones y a espaldas de una humanidad engañada, estrecha la mano de éstas para repartirse el poder mundial, solo que luego, les traicionará e instaurará el gobierno único, la religión única y la moneda única…

 

¡Uno será el que gobierne al mundo con vara de hierro controlándole la mente, el alimento, el vestido y negándole al hombre el derecho a congregarse y orar!

 

¡Cuántas alianzas aparentan realizarse ante la humanidad con el fin de agitar aún más a los hombres que miran como espectadores las amenazas bélicas entre los países, siendo en realidad sus promotores, grandes rivales!

 

HOMBRE SERVIL Y SIN DIGNIDAD:

 

Frente al horror que ya viven y del cual es causante el hombre, la tierra que les recibió desea expulsarles ante el pecado que sobreabunda en éste instante: Sus espasmos serán continuos, los mares se estremecerán y las profecías se cumplirán ante un hombre que no ora para atenuar los acontecimientos promulgados por Mi Madre, ante un hombre que se contradice a sí mismo llevando Mi Palabra pero obrando contrario a lo que predica, ante un hombre que ha surcado los aires para desplazarse de un lugar a otro en forma servil y sin dignidad, arrastrado por el mal, para esparcir enfermedades y virus en el espacio aéreo de las naciones. Los lamentos de lo profundo de la tierra son escuchados por los hombres que no saben su procedencia pues ignoran que las capas de la tierra se desplazan causando lamentos hacia la superficie.

 

¡OREN POR LOS SERVIDORES DEL MAL PARA QUE SE ARREPIENTAN Y SALVEN EL ALMA!