La Santísima Virgen María, Madre de la Humanidad
Habla a sus hijos:
Estáis en
tiempo de oscuridad, pronto aparecerá el hijo de la perdición; su sagacidad será tal que
engañará a algunos de Mis elegidos. La Iglesia está entrando en un período de
consternación, pronto la Silla de San Pedro estará vacía y el
usurpador llegará a tomar el puesto que no le pertenece.
No deis más tregua a satanás, abrasad el madero de la
Cruz y empezad el camino de la mortificación y de la penitencia; el diablo anda
como león rugiente queriéndoos devorar.
El
retorno Glorioso de Jesús está muy próximo, ya es
la hora que volváis vuestro corazón al Señor, no posterguéis más vuestra
conversión, satanás os la hace aplazar porque sabe del poco tiempo que os
queda.
Pronto
escucharéis el toque de la trompeta y vuestro corazón
estará sobresaltado por los sonidos estentóreos del Cielo. Os daré la sabiduría
en éste tiempo de tribulación, os despertaré de vuestro sueño letargo
abriéndoos vuestros ojos a una realidad, realidad en la que los acontecimientos
hablan por sí solos, realidad que os hace sentir cercano el triunfo Glorioso de Jesucristo.
Ya no hay tiempo de
decidir, el Cáliz de la amargura será derramado en toda la tierra, la humanidad
se enfrentará a grandes pruebas, pasará por el fuego del sufrimiento. La
Iglesia llegará a su máximo esplendor porque la obras de las tinieblas serán
disueltas; los Rayos del Señor resplandecerán en el Nuevo Mundo.
Las
puertas del Cielo se encuentran abiertas,
haced en todo la Divina Voluntad, cumplid con los Mandatos de Dios y entraréis
a tomar posesión de una de sus moradas. El
infierno está atestado de almas condenadas, temedle al suplicio eterno. Acogeos
a la bondad y Misericordia Divina,
dejaos recatar por Mí, os esconderé en Mi Virginal Corazón.
El pueblo perece por falta de conocimiento y camina
vertiginosamente al precipicio porque muy
pocos Pastores predican temas apocalípticos y los que se atreven a hacerlo,
son perseguidos como los profetas, son calumniados, relegados, porque su
mentalidad y pensamiento, no se identifican con corrientes modernas; sus ideas chocan
con la Teología de la liberación.
Mientras, Hay Pastores que duermen en la
tibieza e indiferencia, en tanto que otros,
actuando como Judas, solo piensan en el
dinero, en las posesiones materiales.
No es el tiempo para que guardéis las perlas preciosas del Cielo, es el
momento para que las compartáis con los sencillos, los humildes, los que tienen
corazón de niño. ¡Dejad todo miedo, no
sea que pequéis por ser perros mudos y tengáis que rendirle cuentas a Dios,
porque al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá!
Vosotros, hijos Míos, formáis parte de Mi ejército en el
que recibiréis una seria preparación para que sepáis enfrentar la batalla
contra el dragón rojo y la bestia negra;
ejército en el que se os revelarán secretos y tesoros escondidos, porque ya
ha llegado la hora de ser descubiertos; ejército en el que, os recuerdo, seréis marcados en la frente y en la mano: La
marca en la frente hace referencia a la inteligencia y a la razón humana y la
marca en la mano, se refiere a la actividad del hombre en el trabajo, en su qué
hacer cotidiano. Así mismo, os recuerdo, que muy pronto os veréis abocados y
empujados para recibir la marca de la
bestia.
Hijos carísimos: Difundid Mis mensajes y abrid vuestro corazón a cada una de Mis lecciones
de Amor Santo; no guardéis silencio ante Mis Palabras, dadlas a conocer pues os
muestro eventos de gran magnitud que están por suceder en todo el mundo. Abrid vuestros oídos a Mi voz y sentid Mi
Presencia Maternal en medio de vosotros.
Una buena Madre educa a
sus hijos en la virtud, les forma, les instruye, les enseña las sendas de la
rectitud. No os dejéis desviar ni a izquierda ni a derecha, dirigid vuestros
pasos por el camino recto, angosto, pedregoso, camino seguro de encuentro con
el Señor que os lleva al reino de los Cielos.
Vuestras
acciones han de ir en coherencia con las enseñanzas de Jesús, nada oscuro debe haber en
vuestra alma, alma que habrá de permanecer tan nítida como un espejo sin
mancha.
Atended siempre a
las enseñanzas de Jesús en su Evangelio, no os dejéis tentar por el adversario,
porque si cedéis a sus pretensiones, naufragaréis en la desdicha y el
sufrimiento eterno.