LA CRISIS ESPIRITUAL
Jesús Nuestro Señor, María Nuestra Madre y San Miguel Arcángel
Hablan a la humanidad:
¡Son tantos los que dicen: Nada ha sucedido, nada
sucederá!
¡Qué pesar que tengan esa forma de razonar tan precaria!
A raíz de cuanto
llegarán a padecer tienen que alejarse del mal y ser más espirituales para que
actúen contrario a los que no poseen fe en la protección Divina y miran en ésta
“verdad” una falsedad emitida por el mal.
La crisis de fe
aumentará y el hombre se sentirá en un laberinto del cual no encontrará salida,
a menos que se reconozca carente de quien le ha dado la vida: Dios.
MI Hijo acortará los
días en éste instante de crisis
espiritual, de rebelión, de falta de fe, debido a la entrega de la
humanidad a todo lo que proviene del demonio.
Miro tantos que aun
introduciendo su dedo en Mis llagas, Mirándome, Sintiéndome, no creen y no
permiten que la fe les lleve de Mi mano a conocer lo que es el verdadero amor,
cuando la fe es la fuerza de Mi Pueblo, la puerta que les abre a un conocimiento
mayor, que facilita la comunión entre hermanos lo mismo que la comprensión,
cuando la fe es caridad y esperanza que ata a la obediencia por amor.
La desobediencia nace de
un acto de rebeldía y la rebeldía de un acto de soberbia que inicia el distanciamiento
de la criatura con su Creador, lográndose con esto que la fe disminuya y ante
una fe disminuida, el hombre entra en una grave lucha entre el creer y el no
creer; hacia esto se enrumban al mantenerse en un gran distanciamiento con la
Voluntad Divina.
¡Son tantos los que dicen: Nada ha sucedido, nada
sucederá!
¡Qué pesar que tengan esa forma tan precaria de
pensar!
La tierra se estremece
con fuerza y el hombre mira la luna roja
como un evento de espectáculo astronómico y lo es; sin embargo, marca el paso
de los mayores eventos para la humanidad; cuando parece que la calma ha
llegado, es éste el instante del mayor peligro:
La luna dará una gran
señal a la humanidad, señal de Mi cercanía. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que venga
el día del Señor, grande y terrible (Joel 2,31). Mirarán en un instante que
la luna tomará el color de la sangre como advertencia a la humanidad de la
cercanía del Aviso, del que ya se
les ha alertado. En ésta luna de sangre convergen los instantes, ejecutando los llamados de Mi Madre, esos que
la humanidad ha desobedecido. Son las
señales que Jesús ha permitido para que su pueblo despierte, pero al no
ocurrir, la tierra se agrieta en uno y otro lugar, estremeciéndose en uno y
otro país.
La Revelación no es
contraria a la razón, una y otra son necesarias y aunque la razón no llegue al
Misterio Divino, la fe evita que el hombre caiga en el error. Poseen alma que
sostiene el cuerpo y precisamente el alma, es lo que deben salvar para gustar
del Cielo; alimentando el alma es como llegan a la fe en la Trinidad
Sacrosanta.
La purificación de ésta generación se acerca…
Nuestra Trinidad no les
desampara, mantengan La fe en Nuestra protección, sean obedientes y no se apeguen
a dioses terrenos. La fe que poseen es débil y le otorgan gran poder al mal,
sabiendo que el triunfo final es de Nuestra Voluntad.
Algunos suponen que
manteniéndose a Mi lado no pasarán pruebas y mal interpretan Mi Palabra
asegurando que Yo les guardaré sus bienes materiales; son tolerantes con el
pecado para no comprometerse con Mi Amor y toleran lo que va en contra del
Decálogo para continuar dentro de la sociedad mediocre y con una fe tibia. Ésta
forma de pensar lo que da es margen para que se alejen más de Mí y denota falta
de fe
La purificación de ésta generación se acerca…
No es el pertenecer a
una determinada agrupación lo que salva a la creatura humana. ¡Cuántos son
grandes teólogos, cuántos aprenden de memoria la Sagrada Palabra pero se
mantienen vacíos por dentro, cuántos adquieren gran conocimiento científico y
con ello creen haber alcanzado todo, cuántos pasan el día y la noche caminando
hacia sus hermanos, auxiliándoles! Y aunque estos actos son amados por Mí,
Vengo también a examinarles por dentro.
La purificación de ésta generación se acerca…
Tomen consciencia de
cada frase del Padre Nuestro y de cómo ustedes profesan la fe en Mi Hijo, tomen
consciencia de las palabras del Credo, no lo oren de memoria sino vívanlo en la
consciencia. Mi Hijo viene por su pueblo de fe y de amor, de confianza y
obediencia ante su Palabra, pueblo que le seguirá a donde Él vaya para luego
encontrarse con los suyos y que continuarán en la tierra, firmes para
encontrarse con Él, tras haber sido fieles, sin temores ni negaciones
La purificación de ésta generación se acerca…
El hombre que conoce a
su Señor y su Dios es un guerrero espiritual al que el demonio no engaña con
facilidad ya que el conocimiento y la fe generan discernimiento y éste, genera
unión entre el Amor Trinitario y la creatura humana.
Es importante el
crecimiento espiritual de Mi Pueblo porque con una fe fortalecida bajo el
auxilio de Mi Santo Espíritu y de la mano de Mi Madre, Mi Iglesia será
triunfante. La oración de corazón y plena consciencia, jamás ha sido tan
necesaria como en éste instante en que la tierra pende de un soplo.
L purificación de ésta generación se acerca…
Algunas criaturas
humanas dicen no ver, no sentir a Dios, olvidando que la fe se ejercita en la
entrega de lo que aún no ven, pero saben que es verdad y que su voluntad se manifiesta sobre su pueblo para
conducirles a la Salvación Eterna.
Alimenten la fe
continuamente renovando la conciencia para que no se ablande y así, la
conciencia, fecundada en la unión a Mi Hijo, sea afín a la Voluntad Divina y la
conduzcan con firmeza, como fuente de gracia, por el camino correcto.