EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD

 EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD

 

AMOR SIN VERDAD

 

Jesús Nuestro Señor y María Nuestra Madre se dirigen a la humanidad:

 

Los signos de los tiempos no son novedad, los he anunciado desde antaño para que los pecadores se conviertan y los convertidos avancen en la fe. Vienen conflictos internos que les llevarán a la temida guerra donde el hombre se levantará contra su prójimo y las naciones lucharán entre sí; aun así, no se turben, no teman… La batalla entre el bien y el mal está sobre la tierra, convénzanse de que las señales de paz son solo el cumplimiento de todo lo contrario; la enemistad entre las naciones es signo de la prontitud de las desavenencias… ¡Caminen sin miedo, Mi Hijo no abandona a sus verdaderos hijos!

 

Sufro por los Míos, les miro enrumbarse sin regreso hacia la cacería que llevará a cabo el anticristo contra todos los fieles a Mi Hijo y Míos. El instante de la purificación se da en lugares lejos de ustedes, pero no por esto crean que no se enfrentarán a la dureza del despiadado anticristo:

 

¡EL HOMBRE DE CIENCIA NO ES CONSCIENTE DE CUANTO HA CREADO!

 

La ciencia, utilizada con fines contrarios a Mi Voluntad, ha contaminado en su mayoría lo que Mis hijos ingieren en su alimentación con elementos extraños al cuerpo humano, alterando en gran medida al hombre, no solo en su cuerpo sino en su mente a la que ha logrado nublar, lo mismo que el pensamiento, para que dé rienda sueltas a los bajos instintos y la ira le domine. Por Amor a los Míos, les exijo comprender que utilizar los alimentos con responsabilidad, significa la vida o la muerte del cuerpo:

 

Utilicen los que aún no se encuentran contaminados por radioactividad y no los que agresivamente desean enfermarles y conducirles a la muerte… Cuando Yo llamo es para que ustedes miren más allá, pero sin embargo, existen quienes solo se miran a sí mismos y no miran a sus hermanos ni lo que les perjudica, pues sin consciencia, se abalanzan contra la vida, esto es, contra el ESPÍRITU SANTO.

 

En la guerra no se escatimará el uso de material bélico sumamente peligroso y frente al peligro, las criaturas, buscarán refugio en Mi Hijo… ¡Defiendan la Verdad, ésta les hará libres! En estos instantes tan intensos, Me Mantengo sembrando semillas de Mi Voluntad por toda la tierra para que éstas den frutos abundantes que contrarresten la maldad de los que dirigidos por  el mal, luchan contra ustedes atacándoles… Y es que quienes se niegan a conocerme, ustedes, Mis fieles,  son el gran interrogante, porque no saben si temerles o rechazarles, pues no comprenden Mi Amor en ustedes que genera unidad.

 

Aquellos que no Me conocen, reaccionan ante los imprevistos de la vida, como las enfermedades, reaccionan contra Mí, sometiéndome a grandes y crueles interrogatorios buscando justificar su mal transitar por la vida, pues han vivido sin centrarse, sin darse a sí mismos la Bendición de pertenecer a Mí y se abalanzan como las abejas, de flor en flor, no para cumplir sino para desvirtuar su misión personal.

 

El hombre Me rechaza constantemente, pero entre más rechaza, así mismo  insisto, acudo y les llamo con la misma tenacidad con que Me desprecian; éste rechazo que sufro, lo transformo en amor y con la misma intensidad con que Me rechazan, les busco y les buscaré siempre; no me cansaré jamás de llamarles porque son Mi Iglesia, todos son Mis hijos, por todos Me entregué en Mi Cruz de Amor y de Gloria. ¡Aférrense a Mi Cruz, en Ella les levantaré con Mi Poder, Mi Gloria y Mi Majestad!

 

Les invito día a día, instante a instante, a adorarme en el Santísimo Sacramento del Altar en donde Me hago presente y a Mis hijos predilectos, que son quienes con sus manos realizan  Mi Consagración, les llamo a ser conscientes de que sus manos, son partícipes del Gran Milagro Eucarístico de Mi Amor:

Mis propios ángeles acuden a cada Altar donde se celebra Mi Sacrificio a adorar Mi Cuerpo y Mi Sangre y ruegan para que esas manos que se consagraron a Mí, sean dignas y portadoras del Gran Milagro Eucarístico de Mi Amor: En el instante en que Mis hijos consagrados a Mi servicio elevan Mi Cuerpo y Mi Sangre, en ese preciso instante, Soy Yo quien Me consagro a Mí mismo, dándome en Mi Cuerpo, Sangre y Divinidad a quienes tanto amo.

 

¡LES LLAMO A SER MIS HIJOS DE ACCIÓN MEDIANTE EL DON DEL AMOR, PARA QUE CON ESE AMOR, LLEGUEN HASTA SUS HERMANOS Y NO PERMITAN QUE MÁS ALMAS SEAN ARREBATADAS!

 

El mal, enemigo solapado de los hombres, mantiene atentos a aquellos que dicen amarme sin amarme de Verdad y en su lugar meditan en Mi contra lo que blasfemarán con palabras firmes cuando haya aparecido el anticristo, formando parte del Misterio de la iniquidad. Será entonces cuando quienes no reconocieron Mis Revelaciones, conocerán la Verdad y sabrán que Mis fieles son un pequeño número al que despreciaron.

 

¡NO TODO EL QUE SE LLAME CRISTIANO A SÍ MISMO, ALCANZA LA VIDA ETERNA, SINO AQUÉL QUE VIVA, OBRE Y ACTÚE EN MI VOLUNTAD!

 

Los tentáculos del anticristo darán una gran sorpresa a la humanidad, pues preparan armamentos con los cuales en segundos, pueden terminar con la raza humana, pero Mis Legiones llegarán a rescatar a aquellos que actúan en Mi voluntad y la cumplen… Todo esto ocurrirá mientras el mundo se sume en celebraciones; los perseguidores llegarán sin ser esperados y como una plaga invadirán  por aire y tierra en su deseo de adueñarse de la tierra… Se enrumban  hacia el camino de la hambruna a raíz de la guerra que como peste se extiende de país en país sembrando muerte y destrucción.