El
cielo clama:
· El castigo para la humanidad se aproxima, ya no
hay marcha atrás. Tribulaciones, tragedias, hambrunas, ruinas, persecuciones,
catástrofes y desolación en general, pronto llegará.
· Las casas de Dios ya no estarán abiertas cuando
lleguen estas tribulaciones, por tanto, hay que buscar la reconciliación con
Dios, lo más pronto posible, para no tener que lamentarse mañana: acordaos que
esta vida es pasajera.
· La justa cólera de Dios se descargará contra
los impíos y malvados. Contra las naciones y gobernantes que han aprobado leyes
contra natura; leyes que van contra
la naturaleza de las cosas o personas, que llevan a la autodestrucción de la
humanidad al legalizar el aborto en
cualquiera de sus modalidades, la unión
entre parejas del mismo sexo, - que no puede equipararse legalmente al
matrimonio – la ideología de género y
el rechazo a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras respecto del dolor y
sufrimiento, como parte de la vida misma, con un sentido salvífico y redentor,
al aceptar la aplicación de la eutanasia
para evitarlo.
· Apresuraos ladrones, prostitutas, homosexuales,
adúlteros, lujuriosos, fornicarios, impuros, drogadictos, alcohólicos,
estafadores, mentirosos, envidiosos, idólatras, soberbios, asesinos, avaros,
hechiceros y demás pecadores que vagan por el mundo sin Dios y sin ley. Retomad
la senda de la salvación; los días de justicia divina están tocando a la
puerta; corred a bañaros en la fuente del perdón.
DIOS UNO Y TRINO REAFIRMA:
“¡Oh, cómo los hombres han
olvidado mi amor del Padre! Y sin embargo los amo tiernamente!
¡Cierto, puedo muy bien
comprender la debilidad de mis hijos! En verdad, no han conocido mi infinita bondad.
¡Yo os amo mucho!”
“Desde la creación del hombre,
yo vivo cerca del hombre. Lo sigo por todas partes, lo ayudo en todo. Yo veo
sus necesidades, sus trabajos, todos sus deseos y mi felicidad más grande es la
de socorrerlo y salvarlo.”
“¡Yo soy vuestro Padre! ¡Yo
soy el mejor de los Padres!
¡Conozco las debilidades de
mis criaturas!
¡Venid, Venid a mí con
confianza y amor!
¡Y yo os perdonaré después de
vuestro arrepentimiento!
¡Aunque vuestros pecados
fueran repugnantes como el fango y numerosos como la hierba que crece en los
campos, o los granos de arena en el mar, vuestra confianza y vuestro amor me
los harían olvidar y así no seréis juzgados!
Yo soy justo, es verdad, pero
¡el amor paga todo!
¡Con un poco de amor se
rescatan enormes iniquidades!
Los hombres creen que yo soy
un Dios terrible y que precipito a toda la humanidad en el infierno. ¡Qué
sorpresa cuando al final de los tiempos, verán muchas almas, que creían
perdidas gozar de la eterna felicidad en medio de los elegidos!
IMPERIOSA
PURIFICACIÓN
IMPERIOSA PURIFICACIÓN
Necesaria porque muchas almas
no atienden al llamado de conversión, desprecian los sacramentos, hieren el Santísimo
Corazón con su pecado y desobediencia a las leyes y mandamientos divinos.
Hambre, persecución, tortura,
encarcelamiento, maltrato, desaparición y muerte, es lo que espera al pueblo de
Dios para ser purificado.
La iglesia, después de haber
pasado por una horrorosa crisis, será purificada y renovada por grandes
sufrimientos. Llegará a su máxima purificación y al nivel más alto de perfección,
volverá a renacer, resplandecerá en su plenitud.
Ya purificada, será diáfana,
limpia, sencilla, vivirá humilde y pobremente imitando las virtudes de su Madre
virginal, la Santísima Virgen María.
Volver
a empezar:
La liberación del yugo del
pecado vendrá por medio de la gran purificación y del castigo que dará fin a la
humanidad pecadora. Se volverá al orden primero de la creación con cielos
nuevos y tierra nueva, viviendo al estilo de las primeras comunidades
cristianas, que todo lo compartían, lo ponían en común, exentas de egoísmos,
envidias y rivalidades; asistidas por la luz directa del Espíritu Santo con el
fin de dar gloria al Santo nombre del Señor, renovadas y transformadas por las
manos de Dios.