Si bien es cierto, fue
malignidad humana de hombres de ciencia al servicio del mal, la causante de
este desastre que agobia a la humanidad,
también lo es que nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso, sino contra
los principados y potestades, contra los soberanos que gobiernan este mundo de
tinieblas, contra los espíritus malignos esparcidos por los aires.
Ataques mentales y lucha espiritual.
Cada persona, dependiendo de
su estado emocional posee un tipo u otro de demonios. Así por ejemplo, si te
domina la ira, encontrarás espíritus rabiosos; sí te domina los celos,
encontrarás demonios celosos; sí te domina la pena y la depresión, encontrarás
demonios o espíritus suicidas, etc.
La causa de estos demonios
está en nuestra mente, que es la encargada de atraerlos de acuerdo al estado en
que nos encontremos. Es con nuestras emociones o pensamientos negativos que
atraemos y creamos estos demonios
Si logramos controlar la mente
y las emociones o pensamientos negativos nos podremos proteger de las
influencias negativas y demonios o espíritus malignos mentales, hasta
deshacernos de ellos.
Si tú estás en equilibrio
interno, estarás en equilibrio externo también.
Espíritus malignos mentales
No son otra cosa qué demonios
que causan o provocan desequilibrios o enfermedades mentales, que cuestan mucho
de curar y que la ciencia terrenal no comprende, dada la eterna lucha que
existe entre la luz proveniente de la sabiduría divina y la ignorancia del ego,
ignorancia que causa prejuicios, miedo y dolor en el mundo, cuando se
diagnostican estados de la mente centrados en el beneficio personal y no, en la
caridad humana.
¿Cómo combatirlos?
Jesús, el Buen Pastor dice:
“Orad para repeler los dardos
incendiarios de los espíritus mentales.”
“El perdón, la oración, el
ayuno y la penitencia, son fuerzas espirituales que os ayudarán a vencer
vuestros demonios mentales.”
“venid a mi todo los que estén
cansados y fatigados y yo los aliviaré.”
“Yo soy el Buen Pastor, el
buen pastor da la vida por sus ovejas.”
“Acercaos y platiquemos en uno
de mis Sagrarios: entregadme vuestras cargas, trabajos y penalidades y os
aseguró que las cargaré con vosotros y haré más liviana vuestra carga.”
“Corred pues, porque mis casas
muy pronto se cerrarán otra vez y ya no volverán a abrirse.”
Nuestra Santísima Madre, la Virgen María dice:
“El mundo está en poder de las
tinieblas. Aferraos a mi Santo Rosario que es ancla de salvación y la brújula
que os llevará seguros a las puertas de la nueva creación.”
PLEGARIAS DE PROTECCIÓN
· Para vencer a Satanás y sus agentes:
¡Todos ustedes, gran número de enemigos de la Santa Muerte
de mi Señor. Jesucristo en la cruz del calvario, príncipe de las tinieblas y la
iniquidad, Padre de los mentirosos! Yo me apoyo en la muerte de mi Señor.
Jesucristo y ofrezco sus dolores, llagas y la preciosa sangre de su mano
izquierda al Padre Eterno, por vuestra caída, destrucción y castigo.
¡Sangre preciosa de mi Señor Jesucristo, reina en mí y en
las vidas de todos los hombres! Amén.
· Contra los ataques mentales:
Señor Jesús, te consagró mi mente con todas sus potencias,
sentidos, pensamientos, memoria, consciente, inconsciente, y subconsciente, a
tu gloriosa sangre derramada por ti a mi favor. Me sello y protejo con tu
sangre redentora de todo falso pensamiento, de toda sugestión negativa, de toda falsa imaginación, de todo
temor, de todo engaño. Que tu sangre redentora, Señor. Jesús, me limpie,
purifique, descontamine y libere y me conceda la gracia de poder tener dominio
propio en mi integridad física, psíquica, biológica y espiritual. Amén.
Poderosa sangre de salvación, combate al enemigo en mi
cuerpo, mente y espíritu. (3 veces decir).
·
A nuestro Ángel de la guarda:
¡Oh bienaventurado ángel de mi guarda! Os confío el cuidado de mi cuerpo, alma y espíritu; combatid conmigo toda fuerza del mal; en la batalla espiritual contra el enemigo de mi alma no me desamparéis; de día y de noche permaneced a mi lado. Libra mi cuerpo de venganzas, accidentes, violencia, enfermedades, etc. Protege mi mente, sentidos, pensamientos y potencias de todo dardo incendiario y guarda mi espíritu de caer en pecado. Tómame de la mano y alláname el camino que me lleva a la gloria de Dios. Amén.
·
Poderosa invocación para pedir protección:
¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración!
¡A ti oh arma poderosa!
¡Adoración! ¡Adoración!
¡Adoración!
¡A tu sangre preciosa!
Misericordioso Jesucristo
agonizante
Derrama tu sangre preciosa
sobre las almas,
Satisface nuestra sed y vence
al enemigo. Amén.
Poderosa sangre de salvación combate al enemigo. (decir 3 veces )
· Jaculatorias:
¡Preciosa sangre y agua del
Sagrado Corazón de Jesucristo!
Te adoramos, ¡sálvanos y
purifícanos! Amén.
¡Preciosa sangre y agua del
sagrado costado de Jesucristo!
¡Purifica la iglesia, lávanos,
límpianos!
· A San Miguel Arcángel:
Contra los principados y
potestades, contra los caudillos de este mundo tenebroso, contra los espíritus
malignos esparcidos por los aires, en auxilio de los hombres que Dios creó
incorruptibles a su imagen y semejanza y a tan alto precio rescatados de la
tiranía del demonio, San Miguel Arcángel:
Pelea hoy los combates del
Señor, como antaño luchaste contra Lucifer, corifeo de la soberbia y contra sus
ángeles apóstatas.