CONSCIENCIA INSTRUIDA Y DOBLEGADA
Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María hablan a la humanidad:
LA HUMANIDAD CONTINÚA CRUCIFICÁNDOME UNA Y OTRA VEZ…
Ensañándose unos
contra otros, dividiéndose en los instantes cruciales en los que la unión debe
ser fuerza que eleve las almas de quienes Me aman y se fortalezcan en Amor
fraterno. Dicen amarme y Me culpan de cuanto les acontece sin antes mirarse a
sí mismos cuando ofenden Mi Amor y desprecian Mis llamados, negándose a sí
mismos la salvación que les ofrezco.
La humanidad no
mira, no escucha, no analiza, no espera, no mantiene sabiduría ni
discernimiento. El hombre vive vacío de amor, camina diseminando las semillas
de la envidia, del rencor, del odio y la mala voluntad hacia sus semejantes.
Son pocos los que
atesoran Mis llamados, pocos con los cuales defenderé lo que es Mío de las
garras del demonio que se levanta con el bullicio y la ignorancia de la
humanidad para levantar al FALSO... FALSO que guiándose por el enemigo del alma, luchará
contra Mi Iglesia, Mi Cuerpo Místico…Le atormentará,
le probará y le acrisolará. Quien no reconoce Mi Verdad, no reconocerá al
engañador que atropellará y llevará a padecer a Mis fieles.
Mi Cruz fue
penetrada por el pecado de todas las generaciones, por ello fue más pesada y lo
continúa siendo…Mi Misericordia ya no es llamada ni requerida por el hombre:
¡SOY DESPRECIADO, MANCILLADO, EXPULSADO DE MI REINO Y SACADO DE LAS ALMAS!
Me han puesto fuera
de todo lo creado y ahora, en éste instante, en un abrir y cerrar de ojos, el
hombre padecerá de tal forma que, habiéndome desconocido, no sabrán ni cómo
invocarme, porque no Me aman…El hombre se atropellará a sí mismo.
Aceptarán a aquél
que vendrá a tomar Mi Nombre, a tomar Mi Reino falsamente y la criatura humana
que no Me reconoce ni Me ama, encontrará en ese IMPOSTOR,
lo necesario para continuar sobreviviendo: He ahí las penas tan grandes que
atraen sobre ustedes mismos. La desventura se acerca…
¡NO BUSQUEN ENTRE LOS MUERTOS AL QUE ESTÁ VIVO!
No Me busquen en
lugares equivocados donde no encuentro la repetición de Mis actos, viviendo a
plenitud Mi Palabra y llevándola a la realidad en cada paso que dan. No digan
amarme si no comparten el pan de Mi
Palabra ni el pan físico con el hambriento o si dan el pan que sacia el hambre
pero no el pan de Mi Palabra. No digan que Me aman si no desean el bien de toda
la humanidad.
La inconsciencia y
la falta de humildad humana es semejante a una lámpara sin aceite, a una
epidemia que corre con el viento de mente en mente, de pensamiento en
pensamiento, de corazón en corazón. ¡Cuánto dicen amarme! ¿Me aman
sinceramente? ¡Cuántas oraciones dicen! ¿Son conscientes de esas oraciones?
¡Cuánto reparan! ¿Lo reparan de corazón? ¡Cuánto dicen luchar por Mi Reino! ¿
Luchan verdaderamente o es una leve apariencia?
¡QUIEN ME SIGUE TOMA SU CRUZ!
Pero no la menos
pesada sino la que Yo le doy a cargar, porque los Míos Me siguen continuamente,
entregándose como Yo Me entregué por toda la humanidad. Solo así serán
verdaderos, de lo contrario, serán solo uno más, un mediocre más en medio de
éste mundo injusto e inmundo saturado de pecado.
LA
CONSCIENCIA DEBE SER INSTRUÍDA POR EL HOMBRE para sujetarla en lo verdadero, en lo Eterno, en la
esperanza, en la fe, en la humildad, en la obediencia, en la fraternidad. DEBE SER DOBLEGADA por los llamados del Cielo a la
salvación del ser humano. Cargué una pesada Cruz por la humanidad y ésta misma
Me la ha retornado imponiéndose una cruz propia, dolorosa, de purificación,
construida por el libre albedrío. YO SOY PERFECTO, PERO
LOS HOMBRES NO…La fe debe cimentarse en Mí, no en la criatura humana.
El pensamiento
deben sujetarlo a vivir dentro de los Mandatos de Mi Hijo para los suyos. La
mente no debe volar de flor en flor sino posarse sobre sobre la más pura, la
cual se mantiene presente en el Sagrario: El Cuerpo y
la Sangre de Mi Hijo que les espera cada día como si fuera la primera
vez. ¡Cuántos de Mis hijos mantienen una decorosa labor dentro de Mi Iglesia!
¿Se mantendrá esa labor fuera de Ella sirviendo con humildad y amor, caridad y
comprensión hacia sus hermanos? SERVIR NO ES LO MISMO QUE SER SERVIDO, SERVIR NO ES
SOBRESALIR.
Estos actos tomados
a beneficio propio son los que han desvirtuado el sentido del Amor al prójimo y
la caridad fraterna. La humanidad se vierte en una corriente donde atropella al
hermano por mantener un lugar sobresaliente en la iglesia, olvidando qu ésta es
todo el Cuerpo Místico y no solo los que se congregan.
Mi Hijo vino a
servir, no a ser servido, vino a padecer, no a vivir en medio de comodidades y
lujos, vino por los suyos: Los descarriados, los pobres, los que han sido
corrompidos por las drogas, los pecadores, los hambrientos no solo de pan
espiritual sino material... Sean testigos de la Cruz, ya que la fe y la
vivencia de la misma, se mantienen más distanciadas que en ningún otro instante
en la historia de la humanidad. El hombre no se salvará por el logro de la
razón humana, sino debido a que las huellas dactilares de todos los hombres,
llevan la impronta de la Sangre Divina.
El reconocerse
pecador, ofensor de Mi Hijo, ser rebelde, impío… no es un mal para el ser
humano, al contrario, lleva a reconocer el Plan
Universal de la fe que le permite a la criatura humana buscar su
salvación. ¡No atemorizo, alerto para que se aferren y recuperen lo perdido!
Quien lucha por la salvación sabe que ésta no es personal sino universal y se evoca a mantenerse en los Mandamientos, en el Sermón de la montaña, asumiendo responsabilidades y no endulzándolas para continuar en lo incorrecto. El hombre debe detenerse por sí mismo, revisar su vida y enmendarla; Cada uno debe constituirse en juez de sí mismo, no de los hermanos.