MARÍA: EL VASO SAGRADO
Jesús
Nuestro Señor y María Nuestra Madre se dirigen a la humanidad:
No solo el que se llame católico o a
sí mismo cristiano obtiene la salvación, sino el que la gana día a día luchando
contra cuanto obstáculo se le presente en el camino y sobre todo, quien
permanece en la Voluntad del Padre. Una Madre no se acerca a los suyos para
infundirles temor, sino para prevenirles y para que retomen el rumbo correcto.
La desconfianza en lo venidero les lleva a
repeler la Verdad y a sentirse amenazados frente a lo que les anuncia PURIFICACIÓN
que pueda afectarles propiedades materiales y seguridad económica… ¡No les invada el
temor sino el deseo de salvación esforzándose sí, por cumplir a cabalidad las Peticiones
de lo Alto! ¡Confíen y sean amantes de la Voluntad de Mi Hijo!
Ésta generación, al mostrar su
indiferencia en total libre albedrío, no
ha alcanzado a penetrar en el Pacto último de la Voluntad del Padre a través de
su Hijo en el que ofreció y anunció el ESPÍRITU SANTO: El Padre pacta
con su Pueblo y para su bien, le abre las puertas de la salvación a fin de que
en unidad, el hombre obre y actúe en su Divina Voluntad, llegue al conocimiento
de la Verdad y cumpla los Mandamientos, en especial, el primero de ellos.
¡ÉSTA ES LA GENERACIÓN QUE TIENE A SU ALCANCE LOS
ESPLENDORES DE MI ESPÍRITU SANTO!
Por ello, el enemigo del alma se ha
empeñado en una constante batalla contra Mi Pueblo, batalla espiritual que
desea ganar a costa de lo que sea: Llevando insidias a cada criatura humana,
destruyendo corazones y familias, dando muerte a la inocencia, pervirtiendo la
juventud, contaminando a la niñez y envileciendo la mente del hombre para que
éste no sea capaz de amar, toda vez que EL AMOR es la
Virtud más grande que la creatura pueda poseer, pues teniendo Mi Divino Amor,
se asemeja más a Mí.
En el amor, en Mi Amor, se encuentra
la plenitud en el ser humano… Dar muerte al Amor lleva al hombre a perder todas
las Gracias que le son propias como criatura a imagen y semejanza de Mi Padre.
La falta de amor le lleva a despreciar a
Mi Madre, siendo Ella quien da la batalla en éste instante contra el enemigo
infernal y quien comanda las Legiones Celestiales:
Yo se las he encomendado y por esto es
que satanás endurece al hombre para que la desprecie, para que niegue el que le
haya encomendado mantenerse al lado de la humanidad para defenderle y el que
les lleve de la mano de Revelación en Revelación hasta hacerles conscientes de
que YO SOY EL
QUE SOY Y ELLA ES MI MADRE, EL VASO SAGRADO, EL ARCA DE LA ALIANZA, LA ESTRELLA
DE LA MAÑANA, LA ABOGADA E INTERCESORA DE LOS CRISTIANOS.
En ésta generación en la que el ESPÍRITU SANTO
distribuye sus Dones por doquier, el maligno reparte a sus secuaces por toda la
tierra dejando el infierno vacío… Ha esparcido sus legiones demoniacas para que
todos los hombres Me olviden:
El corazón, el pensamiento y la mente
humana han sido penetrados por el mal incrustando la violencia en el interior
de la criatura que llegará a cometer actos abominables contra el DON DE LA VIDA,
luchando encarnizadamente unos contra otros hasta arrebatársela mutuamente,
entregándole con esto, un botín al anticristo
que utilizará cuerpos fallecidos en total pecado, para realizar sus falsos milagros ante el asombro de una
humanidad sedienta de todo aquello que desconoce.
¡ÉSTA NO ES MI VOLUNTAD, NO ES MI AMOR, NO ES MI
GENERACIÓN, NO SON MIS HIJOS, ASÍ NO SE DEBE ACTUAR!
Mi Amor es infinito pero el peso del
pecado vierte la última gota sobre ésta humanidad intransigente que Me pisotea
y Me olvida; Mi Amor es Uno y no está sujeto a cambios personales; la falta de
amor entre ustedes, les lleva a caer muy bajo… De lo Divino beben los hijos de
Dios y del fango vive el que en el pecado ha fundado su futuro sin
arrepentimiento ni consciencia.
No se afanen en los asuntos de la
tierra sino en los de la Casa del Padre…
Mi Hijo no permitirá que su Pueblo sea masacrado y envía su Aliento
Divino, su Consuelo y su Alimento para que cuantos le necesiten, lo encuentren: ¡De lo Alto llega la Bendición para ésta
generación y el hombre se sorprenderá pues la Casa de Mi Hijo le dará su manjar
exquisito!
En estos instantes miro la tierra y
las lámparas no están todas encendidas, el aceite se ha contaminado y Mi
Espíritu, desoído, no es predicado a profundidad para que los pecadores se
enmienden y no caminen contra su naturaleza: Deseo hijos íntegros, conscientes
de que así como es necesidad para Mi Pueblo la tierra prometida, es necesario
el infierno para quienes obren y actúen contrario a Mi Voluntad.
La manifestación de Mi Divinidad es Mi
Ira contra el pecado y contra la constante
permanencia de la criatura humana en él. El hombre ha colocado una
máscara frente al pecado para permitir la destrucción interior y exterior del
género humano y cuanto le rodea… ¡Cuánto padecer se acerca y
cuánto se duele Mi Corazón por ello sin que lo perciban pues no Me
permiten Vibrar y Palpitar en ustedes!
TODOS SON MIS HIJOS MAS NO TODOS CUMPLEN LA VOLUNTAD
DIVINA… LA VIDA ES BENDICIÓN, MÁS EL DESARROLLO Y CRECIMIENTO DE ESTA, ES
RESPONSABILIDAD DE CADA CRIATURA HUMANA.