NOVEDADES E IMPLEMENTACIÓN DEL PECADO
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo para la humanidad:
Algunos de los llamados doctos son para Mi dolor, los mismos que Me
sirven y Me representan, son quienes podrían transformar a tantas almas si
compartieran Mi Amor y no confundieran a Mi pueblo con banales supuestos que
inquietan a Mi grey y la dispersan para que se entregue en las garras del mal
en éste instante en que deben retornar a Mí; son quienes juzgan Mi Palabra con
necedad y con ligereza, a priori, sin conocimiento de causa, sin pensarlo,
actuando igual que aquellos que llevados por el ímpetu, Me sentenciaron a la
cruz; son aquellos
que, cuando les reprendo, se rebelan contra Mí por orgullo, por terquedad, son los
que cuando les presento cómo viven en el mal que aceptan y en el que pueden
perecer, endurecen el corazón y se alejan de Mí.
CAMINO DEL BIEN O CAMINO DEL MAL:
Cada uno es el gestor del destino de su alma, se
encuentran ante dos caminos, no existe una tercera vía para alcanzar la
salvación; están únicamente el camino del bien y el camino del mal en el que si
no se arrepienten, pierden la salvación… ¡No se puede servir a dos señores!...
La decisión es libre… ¡Sí!... Pero deber ser alimentada por lo que el hombre
pueda desconocer para no negarse, por ignorancia, la salvación eterna.
LA GRAN EQUIVOCACIÓN HUMANA:
En el obrar y actuar del hombre están plasmados Nuestro
obrar y actuar, pero dolorosamente, ustedes, hijos Míos, truncan y arruinan ese
obrar y actuar Nuestro en su organismo espiritual y debido a ello, no ascienden
sino decaen sin lograr vivir, en espíritu y en verdad, a Nuestra semejanza… Y
es que el ser humano actúa mecánicamente creyendo que así puede convivir con su
organismo espiritual… ¡Gran equivocación!... ¡Quien no alimenta su organismo
espiritual no crece, no se acerca a Mí con la rapidez que deben lograr todos Mis hijos!
El hombre
se mira únicamente su cuerpo físico: La piel con sus
diferentes capas que la conforman, los ojos, la nariz, sus manos y pies, sin
detenerse a dar gracias por la respiración, por disfrutar de la mirada, sin
pensar en otros de sus hermanos que no poseen esas facultades… La criatura
humana no da gracias a Nuestra Trinidad por cuanto ejecuta continuamente el
cuerpo humano.
Quien
desee de corazón alcanzar la salvación eterna debe
erradicar de su vida los malos actos, pensamientos y deseos e igualmente, la
codicia, la avaricia, la desesperanza, la soberbia, la impaciencia, el anti testimonio,
la mentira, la maldad, el juzgar al prójimo, el negar el auxilio al semejante,
el temor, el desamor, los malos sentimientos, la intolerancia, la
competitividad, el afán por lo material y la negación a crecer en el espíritu… Tiene
que dejar de vivir del libre albedrío, traerme el ego humano para que Yo lo
moldee con Mi Amor y mortificar el querer humano entregándolo en Mi Cruz de
Gloria y Majestad… Tiene que sujetar la inteligencia a Mi Voluntad y exterminar
todo lo contrario a las Obras de Misericordia y a las Leyes Divinas, dentro de
las cuales, se encuentran los Sacramentos… ¡Intenten el cambio!
LA
CONVERSIÓN NO LLEGA SOLA O CON EL MÍNIMO ESFUERZO HUMANO:
¡Busquen ayuda!... ¡Acudan a Mi Madre!... ¡Ella les
extiende su Mano para que mantengan la fuerza necesaria y no se pierdan!...
¡Llega a darles Su Amor para que ustedes, Mis fieles, sean los que lleven a sus
hermanos la Buena noticia de Mi Segunda Venida!... Mi Madre es a la vez, Madre
de la humanidad, Reina y Señora de todo lo creado… ¡No son Hijos sin Madre!
ATRACCIÓN E INVASIÓN DEL MAL:
La
tibieza no es buena compañera, es la inclinación a conceder
caprichos al yo humano para no comprometerse con el cumplimiento de la verdad.
Mi pueblo, unido y reunido en Mi Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, es iluminado
por Mi Espíritu Santo, de ahí, la consciencia de que ser Mi hijo, es el
cumplimiento de Mis Preceptos y la fe inamovible de que ustedes son la niña de
Mis ojos.
La desunión es un triunfo para el mal, la unidad le causa
ira, por ello, las familias son tenidas en su mira para desmembrarlas y disgregarlas;
poco a poco dispersa al hombre para que no viva en fraternidad… El demonio
arremete contra Mis hijos y lanza la seducción para que ésta recorra la tierra
como el viento y sean presa de éste pecado, directo y descarado que intenta
imponerse persuadiendo con argucias y halagos, induciéndolos para que actúen
haciendo el mal: La tierra está saturada por las infestaciones del mal, los
hombres posesos por el demonio recorren las calles abalanzándose a la matanza
de gran cantidad de seres humanos.
NOVEDADES E IMPLANTACIONES DEL PECADO:
La humanidad va tras las novedades del pecado en su
máxima expresión sin razonar que éstas le llevan a perder el alma al hacer del
hombre una criatura irracional que se ensaña contra sus mismos hermanos para
extinguirlos; la novedad del pecado que se injerta en quienes la aceptan,
transforma con el veneno de la maldad, transforma con los peores pensamientos,
con los actos más abruptos y con las herejías más grandes de la historia:
La novedad del pecado es agresividad, es experimentar
cómo servirle a satanás y rendirle culto hasta que éste toma posesión de la
criatura humana y se adentra en su interior dotándola de poder y de atributos
malévolos con los que el ser humano cree poseerlo todo, ignorando que el
pensamiento no le pertenece al hombre cuando la criatura humana se entrega a
satanás, ya que el demonio no respeta el libre albedrío sino lo sujeta a sus
malos intereses, puesto que su meta es
el dominio sobre el hombre.
¡EL TIEMPO PASA Y MIS HIJOS SE PIERDEN!
¿DÓNDE ESTA EL CUMPLIMIENTO DE MI ORDEN
PARA QUE MI IGLESIA SALVE ALMAS?
Llego a ustedes como Mendigo de Amor en éste instante en
que les hablo con entereza y fortaleza para que no se pierdan y regresen al
Camino de la Verdad que Nuestro Amor emana hacia la humanidad, a instantes de
ser examinada por Nuestra Divinidad:
¡No han sido llamados a vivir ni convivir con el pecado
sino a elevar los sentidos espirituales que el pecado ha sujetado en todo
hombre!... ¡No tienen que mantenerse atados al mínimo nivel en el plano
espiritual pues son llamados a ascender y despertar todo el organismo
sobrenatural que poseen para que capaciten libremente el yo humano y así, éste
sea más del Cielo que de la tierra.
El hombre
ama a Nuestra Trinidad por la Verdad que nace de
Nuestro Seno Trinitario, pero el hombre debe detener la ira y el deseo de
venganza por la fuerza negativa que poseen… El hombre ama a Nuestra Trinidad porque vive
Nuestro auxilio, Nuestro Amor y Nuestra Protección siempre que la razón humana
no se cierre a Nuestra Verdad, Verdad que supone, que implica un Amor Divino
manifiesto en cada detalle, no solo en el hombre sino en todo lo creado… ¡No es a través del
temor como el hombre nos llega a amar!