OCASO DE LOS TIEMPOS

Con base en los mensajes provenientes del cielo, doy fe que todo lo escrito es verdadero.

Frente al bien y la luz está el mal y la oscuridad. Elige con cual te quedas

Dios respeta nuestro libre albedrío, no obliga a nadie a seguirlo; sin embargo, desea que todos nos salvemos.




Si queremos salvarnos y salvar nuestras almas:

  • Despreciemos los bienes de la tierra y deseemos los bienes del cielo.
  • Huyamos a la ciencia del mundo y acerquémonos a la ciencia de Dios.
  • Convirtámonos y volvamos al Señor. Es el único que nos lleva a la salvación: camino, verdad y vida.
  • Dejémonos de vacilaciones y titubeos: cortemos con todo lo que sea pecado, epidemia mortal que gangrena el alma y reparemos porque pronto, la justicia de Dios se dejará ver y sentir.
  • Oremos y reparemos para experimentar la dicha verdadera de sentirnos en libertad, sin lazos opresores, en completa paz, cargando la cruz que nunca faltará, puesto que es necesaria para nuestra liberación del pecado, sanación y santificación.
  • Refugiémonos en María, nuestra Madre y Señora que ante la Santísima Trinidad intercede por nosotros y acompañemos a Jesús, Nuestro Señor en el sagrario: Él nos espera con los brazos abiertos para abrazarnos y perdonarnos.

 

 ¡QUIÉN COMO DIOS, NADIE COMO DIOS!

¡AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA!

¡MARÍA SANTÍSIMA!