“Estudiadme para conocedme y cuando me
conocieres zambullíos en el océano de mi caridad, confiando en mi con una
confianza que os transforme y a la cual yo no pueda resistir, entonces perdonaré,
vuestros errores y os colmaré con las mayores gracias.”
Dios Padre habla a sus hijos:
“Yo soy la Santidad de la cual
poseo la perfección y la plenitud y os dono esta santidad -De la cual soy el autor-
A través de mi Espíritu Santo y la
instauro en vuestras almas con los méritos de mi Hijo. Es por mi Hijo y por el Espíritu
Santo que yo vengo hacia vosotros y en vosotros, y en vosotros busco mi reposo. Mi Hijo está
en Mí y yo estoy en Él, en nuestro mutuo amor que es el Espíritu Santo, que nos
tiene unidos con ese vínculo de caridad, que hace que nosotros seamos uno.
Cuando estaba con mi Hijo Jesús
durante se vida mortal, era yo quien enviaba a mi Hijo. Fue concebido por mi Espíritu
Santo que también soy yo y en pocas palabras, era siempre yo. Vengo entre vosotros
también por medio de mi Espíritu Santo; la obra de la tercera persona de mi
Divinidad se cumple sin ruidos y por lo general, el hombre no se da cuenta”.
¡El Espíritu es Dios y está en cada uno de los hombres!
Y ¡Dios es el Padre, es el Hijo y es el Espíritu Santo!
En esto tiempos de confusión que estáis viviendo:
Pedid la asistencia del Espíritu Santo, porque muchas almas yacen en el error, han caído en el abismo de la mentira, se han salido de las fuentes fidedignas.
Discernid bajo la luz del Espíritu Santo, Espíritu que sopla y actúa en este ocaso de los tiempos. Pedid que se os muestren las verdaderas manifestaciones e intenciones de Dios.
Huid de la epidemia mortal que gangrena el alma y la deforma por la gravedad del pecado, como el aborto legalizado –Astucia del enemigo del alma- la ideología de género, el matrimonio entre parejas del mismo sexo –lo que el cielo jamás aceptará- la eutanasia, la injusticia, la corrupción y la maldad.
Porque Dios dice:
“Si quieres puedes volver, a Mí es a quien
haz de volver; si quieres quitar de mi vista tus abominaciones e iniquidades y no
darme más la espalda sino la cara, no andarás errante de acá para allá lejos de
Mí”
Suplicad al Dios de la vida CREADOR DE TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE,
que su gloriosa majestad se digne libraros eficazmente y guardaros sanos de
todo poder, lazo, mentira y maldad de los espíritus malignos de virus, pestes,
pandemias y enfermedades que sacuden a la humanidad.