EL DESPERTAR DEL DRAGÓN AMARILLO

 

EL DESPERTAR DEL DRAGÓN AMARILLO

CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA

 

LA JERUSALÉN CELESTIAL

 

DIOS UNO Y TRINO, PADRE DE LA HUMANIDAD, HABLA A SUS HIJOS

 

Habitantes de la tierra: La tierra está en sus últimos dolores de parto, su gemir y estremecimiento os va a despertar de vuestro letargo. Todo está por cambiar, todo cuanto conocéis va a desaparecer, una Nueva Creación haré para deleite mañana de Mi Pueblo Elegido. Que vuestra fe y confianza en Dios sea la fortaleza que os ayude a superar las pruebas que están por llegar. No temáis Pueblo Mío, orad y confiad y la sombra de Mi Nube os cubrirá y protegerá.

Cuando la tierra comience a moverse conservad la calma, orad y clamad Mi Misericordia, no entréis en temor porque todo está escrito y tiene que cumplirse. Aceptad Mi Voluntad con humildad porque es necesario que esto suceda para el Renacimiento de unos Cielos Nuevos y una Nueva Tierra.

Yo Soy El Buen Pastor quien os habla, escuchad Mi Voz y abandonaos en Mí y os aseguro que un hogar más allá del sol, os estará esperando. Venid, no tengáis miedo, Yo Soy La Fuente que calma vuestra sed, Soy Agua Viva, Soy Verde Prado. Seguidme Rebaño Mío, no desfallezcáis porque ya falta poco; un poco más y llegáis a la puerta de Mis Nuevos Cielos y Nueva Tierra donde os estaré esperando.

Mi Jerusalén Celestial ya está lista y adornada con toda su Gloria para daros la Bienvenida, os estoy esperando, la Gloria de Dios aguarda por Mi Rebaño Fiel.

NACIÓN DEL AGUILA: “Prepárate porque el Dragón Amarillo que yace dormido en tu suelo, está a punto de despertar. El fuego de su boca va a estremecerte toda y vas a conocer el dolor. Muchas ciudades y poblaciones de ésta Gran Nación se vestirán de luto. El Gran Dragón Amarillo Americano, caos y desolación traerá a Mi Creación. Su despertar, despertará a los otros dragones que yacen dormidos y el fuego en cadena, abrirá las entrañas de Mi Creación. No habrá lugar en la tierra donde no se sientan sus dolores de parto. Los continentes se desplazarán y muchos lugares de la tierra desaparecerán.”

Todo está consternado, unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra ya están en formación. Mi Creación está en los últimos dolores de parto y su gemir, estremecerá toda la tierra. El fuego en cadena de los volcanes, acelerará su parto y Mi Creación entrará en sus últimas contracciones: sus dolores y Ayes la purificarán y prepararán para el Nuevo Nacimiento.

NACIONES IMPÍAS: Los instrumentos de Mi Justicia se acercan a la tierra, fuego purificador del Cielo con el cual purificaré Mi Creación de la injusticia, la maldad y el pecado muy pronto caerá, vuestros días están contados. Como en Sodoma y Gomorra, del Cielo os lloverá fuego y de vosotras no volverá a quedar recuerdo alguno.

TODAVÍA ESTÁIS A TIEMPO: Si  os arrepentís de corazón y volvéis a Mí, os aseguro que me abstendré de enviaros el castigo, más si persistís en seguir cometiendo vuestras detestables acciones, os aseguro que más clemencia tuve con Sodoma y Gomorra que la que tendré con vosotras.

No esperen hasta que los volcanes exploten en ira, hasta que la tierra se estremezca, hasta que las aguas de los océanos invadan la tierra, hasta que el viento destruya los poblados. No esperen dormidos, que el tiempo ya no es tiempo y el instante ha dejado de ser instante, ¡DESPIERTEN YA!

Lo dije y lo repito: “La Creación es una Conmigo y habla al hombre. Los volcanes despiertan, no por ciclos como dice el hombre, sino para que la humanidad vuelva su mirada hacia Mí y luego perciba la necesidad de reconocerme como su Señor.”

Vendrá la purificación volcánica donde la naturaleza se rebela contra el hombre y  la humanidad padece pero, a pesar del flagelo volcánico, de la tierra estremecerse con fuerza, del agua abalanzarse sobre la tierra, del fuego alzar su voz rugiendo desde los volcanes una y otra vez, el hombre no atenderá a Mis Llamados.

Rebaño Mío: ¡Nuevos Cielos, Nueva Tierra y Nueva Creación en Divina Voluntad, ya están listos para reemplazar éste mundo que conocéis. La aurora de un Nuevo Amanecer, muy pronto disipará las tinieblas!