IGLESIA REMANENTE

 

Apocalipsis Adelantado




ÚLTIMA OPORTUNIDAD DEL MAL

 

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y LA VÍRGEN MARÍA DICEN:

El pensamiento mira lo indebido como un ideal a alcanzar, la psiquis del hombre se ha endurecido ante el bien y se ha abierto poco a poco hacia el mal hasta que en éste instante, ve el mal, lo indebido, como algo natural y correcto. Hay quienes se regocijan al ser seguidores del mal hasta llegar a pactar con el demonio entregándole el alma.

El mal los llevará al anticristo, a desechar la palabra de mi Hijo y a impedir que ustedes reciban el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, cerrará las iglesias y les prohibirá a mis dignos y fieles sacerdotes, realizar el Sacrificio Eucarístico.

¡Tantos anticristos han pasado  a través de la historia! Y en éste instante en que se encuentran alertados sobre el último y gran anticristo, poseedor de todo el terror y el mal salido del mismo infierno, no escuchan mis alertas. Una vez más mi pueblo se enfrentará al horror, solo que será la última ocasión que tiene el mal ante mis hijos. Ustedes vivirán lo que ninguna generación ha vivido desde los grandes avances del hombre hasta la purificación del mismo: El gran acto de mi Misericordia para con el hombre en el Aviso y en el Milagro de mi Casa que anteriormente no han tenido. Ambos prodigios harán que el poder de Mi Casa se desborde para que el Resto Santo se purifique más, hasta mi segunda venida.

No se dejen llevar por corrientes modernistas ni por las incoherencias; sean esas almas que como velas encendidas, permanecen atrayendo la bendición hacia la humanidad en general. Luchen, sean valientes para proclamar la Palabra de mi Hijo, sean cumplidores de su Voluntad y de sus Mandamientos, sean el Resto Santo.

Ustedes son el Resto Santo y les llamo a ser diferentes, no deseo que continúen en medio de lo mundano, venzan la mente y venzan el pensamiento; refuercen el corazón en oración y en santidad.

No sean piedras de tropiezo para sus hermanos, no sean portadores de la envidia espiritual, no acuñen en la vara con la que luego serán medidos, no opaquen al que le sirve a Dios con espíritu generoso , tengan presente que mi Hijo da a los humildes y sencillos de corazón, voluntad para que la den a conocer al Resto Santo. No participen de la maldad existente en el mundo, sean la diferencia, señal de que son parte del Resto Santo.

Amado pueblo mío, manténganse junto a mí, aunque los miren con desgano, aunque los llamen locos, ustedes continúen en contra de la corriente del mundo, continúen siendo ese mi Resto Santo, el que me ama por cuanto no me aman sus hermanos. Yo vengo por ese pequeño rebaño mío, por mi Resto Santo que permanece en mi Voluntad, Yo vengo por lo que es mío, por quienes caminan mirando hacia lo alto, ahí  donde me encuentro Yo. Vengo en busca de mi Resto Santo, de mi Iglesia Remanente en la que derramaré todo mi amor para que continúen sin decaer en momentos de gran tribulación y victoria a la vez.

Sus ángeles custodios serán enviados por mí en instantes difíciles para la humanidad, ellos les defenderán y les auxiliarán, no teman, no luchan solos. Mi Casa desciende y auxilia a mi pueblo, manténganse unidos.

Quienes se decidan por el bien y conozcan a mi Hijo y le reconozcan como Dios levantándose en medio de las caídas, recibirán la fuerza para mantenerse dentro del Resto fiel. No teman, ustedes son hijos del Rey de Cielos y tierra, son los fieles, el Resto Santo; no decaigan, mi mano les conduce con amor al encuentro del Amor Divino. El auxilio vendrá del Cielo para acompañar al Resto Santo, no caminan sin rumbo.

Los invito a prepararse no materialmente sino a prepararse en éste instante en el espíritu, sean conscientes de mis palabras, de mi amor hacia ustedes, de mis pedidos y ruegos hacia ustedes, sean conscientes de que ésta generación, es la generación por la        que vengo Yo, en busca de mi Resto Santo, por eso vengo a ustedes, me acerco con anhelante amor. Vengo en mi segunda venida por aquellos que permanecen luchando siendo valerosos y sobre todo, amando como Yo amo.

Mi palabra debe ser para ustedes el río que refresca, que nutre, que limpia, que purifica. Vengo por mi pueblo prontamente, vengo por mi Resto Santo.

Para aquellos que me aman, las señales no se hacen esperar: La tierra será estremecida en su interior y se estremecerá también por causas provenientes del exterior. Del espacio emerge el dolor para la humanidad y la incertidumbre sobreviene; el hombre tratará de enfrentarlo con medios humanos. El cielo arderá, al igual la tierra junto con el cielo arderán, pareciendo uno solo. Pero ustedes no teman, puesto que la Luz de mi Amor, permanece en ustedes. Yo los llevo en mis brazos, no caminan ustedes sino Soy Yo quien por ustedes transito en medio del dolor; ustedes, pequeño rebaño de fieles, oren sin tardanza.

Solo aquellos que se han consagrado a mi Corazón Inmaculado, solo aquellos que viven entregados a la Voluntad Divina, solo ellos serán los que continuarán por Voluntad Trinitaria, aquí en la tierra para guiar al Resto Santo.