EL ÁNGEL DE LA PAZ
María Santísima, Madre de la humanidad, se dirige sus hijos:
Mi Palabra llega a Mis hijos como Bendición que la
Voluntad Divina permite para su pueblo, acójanla antes de que el instante pase…
El hombre hace de los Mandamientos una conveniencia para su mal vivir logrando
con esto la ruina de la humanidad por tan gran osadía… ¡Desearán saciar la sed
de su alma y no tendrán cómo hacerlo ante el desprecio de cuanto la Casa
Paterna Revela y que ustedes dejan de lado!... Cuando la humanidad se percate
de que ésta Revelación le marcó el camino y fue despreciada, será el atardecer,
el momento de reflexión, el paso al final del día que les invitará a pensar
sobre lo que hicieron.
LA PROTECCIÓN DIVINA
El hombre no podrá destruir la tierra que el Padre Eterno
creó con su Divino Amor, el mal no triunfará jamás… La mala conducta del pueblo
de Mi Hijo les llevará a rodar por tierra suplicando la Mano Divina: La protección
Divina permanece con ustedes, el
auxilio llegará para el cuerpo y para el espíritu, no serán desatendidos,
continuarán bajo la sombra del Altísimo en todo instante; mantengan la fe, esto
es lo que más enfurece a satanás… La Palabra Divina resonará en ustedes,
continuará siendo predicada: De lo Alto llegará el auxilio para Mis hijos, el
mal no podrá alejarle de ustedes porque el Amor Divino permanecerá con su
pueblo a través de quien por Voluntad Divina, llegará a ser consuelo para los
hijos de Dios, El
Ángel de la paz.
A lo sagrado lo han minimizado para que el libertinaje
sea quien reine entre el pueblo de Mi Hijo, pero ustedes, hijos de Mi Corazón
Inmaculado, no pierdan la fe… Del Cielo descenderá el auxilio del pueblo fiel,
no para que no padezcan y sean purificados sin padecer, sino para que ése
padecer no vaya más allá de la Voluntad Divina… El pueblo de Mi Hijo padecerá
así como los que se unan al maligno anticristo, impostor que al final les llevará a sufrir horrorosos
castigos y privaciones, pues al sentirse agonizar, se volverá contra sus
seguidores.
ARROGANCIA DE ALGUNOS DE MIS PREDILECTOS:
La negación a la grandeza Divina es el imán que atrae
sobre la tierra la purificación de toda criatura humana… Algunos de Mis
predilectos caminan con tal arrogancia que no les permite retroceder y en
ocasiones, la incongruente guía con que encaminan al pueblo de Mi Hijo, es la
puerta para que ellos se alejen y busquen refugio en satanás, negando el
pecado, el mal y el infierno como lugar de pena, e igualmente, negando la Ley
de Dios, negando la cruz y negándome a Mí como Madre de la humanidad; mis hijos predilectos
deben tomar con fuerza la cruz que les legó Mi Hijo para que sean ejemplo de fe
y de amor.
La guerra se está iniciando dentro de la misma iglesia de
Mi Hijo donde los acuerdos arden en desunión y las prioridades no son otras
sino estrategias para enfrentarse unos a otros; como moribunda, la iglesia de
Mi Hijo se mantiene en lo social cuando su misión es salvar almas y no Me
obedecen… Las casas de Mis hijos predilectos no deben sumirse en lujos ni en
grandes comilonas, deben ser austeras como Mi Hijo, vivir de lo necesario y
auxiliar a los pobres, no solo físicamente sino en su espiritualidad.
MALDAD, COBARDÍA Y PADECER HUMANO:
Los fieles de Mi Hijo mirarán con horror y espanto a
hermanos en la fe, negar a Mi Hijo y entregar a sus hermanos por temor a perder
la vida; adentrada la purificación, la sede de Mi Hijo en la tierra será
atacada y cerrada desconcertando a las ovejas que deberán mantenerse unidas… Yo
les mantendré en ése instante breve: Habrá una purificación como no la ha
habido antes desde el principio del mundo donde no solo se estremecerá la
tierra sino también el cielo… Así como ha sido la maldad del hombre, sin compasión
hacia sus hermanos y sin respeto alguno hacia su Señor y su Dios, ésta se
devolverá y dispersará contra el ser humano siendo tan asfixiante, tanto como
el aire contaminado por el veneno más letal… ¡No permitan que el terror les
invada al padecer la soledad!... ¡Mis llamados han sido dirigidos al espíritu y
al alma para que no caigan en la desesperación!
¡CÓMO HAN DESAFIADO A MI HIJO!
Les he anunciado cuanto acontecerá, saben que verán la
tierra y será como un escombro de lo que fue… De un país, quedará una pequeña
isla y de una ciudad sus escombros y el lamento del corazón serán desgarradores,
pero el hombre no acude cuando se le llama debido a su blandura: La rebeldía de
este instante le hace mostrarse desafiante y Mi Hijo, a fin de recuperar almas,
permite que la justicia remueva las entrañas del hombre para que se mire en su
pequeñez y vea el daño que se ha causado a sí mismo.
EL AVANCE DE LA GUERRA:
¡Cómo han permitido que una leve herida se infecte sin
ser lavada y llegue a ser purulenta!... Los gusanos carcomen la piel y se
adhieren en donde hay infección: Frente a las revueltas, miro cómo se
envalentonan; ante los embates y persecuciones, causan terribles muertes; ante
las armas, toman mayor revancha y no retroceden sino atacan a los inocentes con
espantosos ataques terroristas. La guerra avanza, no
se detiene, parece dormir, pero no, se encuentra despierta, los rumores de paz
son rumores de guerra.
Mi Hijo sufre al mirar a su pueblo desafiante: El demonio
se enquistó en los puestos de mayor poder en el mundo y espera al anticristo
para que éste tome las riendas de la humanidad… La confusión crecerá cada
instante dentro de la iglesia de Mi Hijo, unos irán en contra de otros
asumiendo, tomando para sí y haciéndose cargo del avance y evolución de las
generaciones, olvidando con esto que LA LEY ES UN ETERNO PRESENTE… Los Elementos serán
unidos al dolor del hombre, sean pacientes, no entren en pánico… Las señales no
se detienen, miren a lo alto; el común de la humanidad mira hacia la tierra,
con cabeza baja, buscando lo más mundano, no lo de arriba.
¡Oren por Brasil, el pecado les lleva al pecado!... ¡Oren
por Estados Unidos, la naturaleza le flagelará grandemente, su tierra se
estremecerá y el terror se apoderará de ésta nación donde muchos inocentes
perderán la vida!... ¡Oren, la economía pende de un hilo y Japón emprende su
influencia!... ¡Oren, Jerusalén padecerá!... ¡Oren para que Turquía no se
precipite!
