EL PODER DE LA ORACIÓN
María, Madre de la Humanidad habla a sus hijos:
Os llamo y os preparo el camino…
Camino andado por vuestra Madre Celestial, camino que os llevará al Cielo.
Haré de vosotros apóstoles que iluminarán en el tiempo en el que la Iglesia pase por la
horrorosa crisis; no se sentirán solos pues percibirán Mi Presencia, Mi Amparo
Maternal; apóstoles que difundirán el Evangelio, defenderán la Verdad y amarán
la Iglesia.
Reparad
con vuestra oración al Corazón Eucarístico de Jesús que es
herido por los suyos en su propia Casa. Con vuestra vida apostólica aceptad los
sufrimientos y adheríos a la Cruz de Cristo, porque el celo por su casa le
devora. Dejaos formar e instruir por Mí como el Resto fiel de la Iglesia y
abrid las puertas de vuestro corazón para que Jesús Reine dentro de
ellos…Sabréis llegar al calvario del Mártir del Gólgota y estaréis dispuestos a
morir por Jesús y por la Iglesia verdadera.
Responded a Mis llamados, dad a conocer Mis mensajes sin miedo y ayudad a
los perseguidos a caminar por la senda de la confianza y la seguridad; de esta
forma, comprenderéis que, a través de Mi intercesión maternal, se llega a Jesús
y expandiréis el apostolado de reparación porque el mundo está envuelto en una
capa de oscuridad, está en la hora de las tinieblas, el pecado lo ha cubierto.
Haré de vosotros apóstoles que se dejarán guiar por las inspiraciones del ESPÍRITU
SANTO, estando en el mundo, pero sin ser del mundo, rechazando
rotundamente el error, filosofías llamativas y extrañas y andando por la calle
de la amargura, dispuestos a ofrecer consuelo al Corazón agonizante de
Jesús.
Os llamo y os preparo el camino…
En la
Cruz está el Misterio de Jesucristo, Misterio que es derrota al imperio de
satanás y triunfo para el Cielo. Es mejor sufrir en la tierra y recibir la
recompensa en el Cielo, que disfrutar en el mundo y después lamentarse por toda
la Eternidad. En Mi ejército no sufriréis derrota, no pasaréis necesidades,
porque Conmigo lo tendréis todo. Pronto veréis Cielos Nuevos, Tierra Nueva;
pronto vendrá Jesús a instaurar su Reino en la tierra.
Os llamo y os preparo el camino…
La
oración es el único medio con el cual podéis ir cortando con
vuestras ataduras, podéis ir recobrando la libertad,
podéis ir muriendo al hombre viejo,
hombre que camina tras las obras de las tinieblas
mas no de la luz, hombre que encuentra gozo en los placeres
furtivos del mundo, aferrado al dinero, concupiscente, carnal; hombre que adora
falsos dioses, que transgrede los Mandatos Divinos, que se zambulle en el
lodazal de sus pecados; hombre que no ha conocido a Jesucristo porque no vive
su Palabra, actúa contrariamente al Evangelio. La oración hace de vosotros
hombres nuevos, radiantes, impregnados de la fragancia exquisita de los Cielos,
revitalizados, llenos de armonía, regocijo y paz. La oración os lleva a un
encuentro de corazón a corazón con el Amor Santo y Divino. ¡Si
no oráis, pereceréis, os marchitaréis…moriréis!
Combatid Conmigo las fuerzas tenebrosas del mal…
Necesito
abrirle los ojos a muchos de Mis hijos que aún están somnolientos pues satanás
los ha adormecido, los ha sumergido en un aletargamiento espiritual. Los días
aciagos están por venir, el día fuerte de la tribulación está tocando vuestras
puertas. La bestia, semejante a una pantera negra, llevará a la Iglesia a una
dolorosa agonía, los dolores de parto ya comenzaron. El pecado ha envuelto al
mundo, el mal se ha difundido por todas partes como una terrible epidemia que
está llevando a muchos hombres a la muerte espiritual.
Combatid Conmigo las fuerzas tenebrosas del mal…
Reparad
por vuestros pecados y los pecados de la humanidad entera orando el Santo
Rosario, Arma letal que derrotará y encadenará a satanás en este final de
los tiempos. Soy María, Madre de la Esperanza y de la Consolación.
Maestra de los apóstoles que os está formando como guerreros de Dios
en Mi ejército victorioso.
Responded a mis llamados, no cerréis vuestros oídos a Mi Voz, no desechéis Mis Mensajes,
discernid bajo la Luz del ESPÍRITU SANTO y ved que Mis Palabras no
contradicen las Sagradas Escrituras y mucho menos el Magisterio de la Iglesia.
Os formo, os instruyo ante la segunda venida de Jesús. Os ha llegado la hora de
despertar; las señales que preceden al
final de los tiempos ya han dado inicio, solo falta unas pocas por cumplirse;
debéis estar atentos a los acontecimientos venideros.
OS
ANUNCIO:
La cruda batalla pronto cesará; el adversario
y sus secuaces serán destruidos y enviados al infierno. Mi Inmaculado Corazón
triunfará;
El mundo será purificado por una lluvia de
fuego que hará cesar la maldad, el pecado y transformará la tierra en un Edén,
en un hermoso jardín;
Pronto el mundo será liberado de la esclavitud
de satanás y del pecado por medio del castigo de la purificación y de la Gran
Tribulación, Manifestaciones Divinas que eliminarán la ciudad pecadora para
abrir paso a la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén;
Pronto el cielo se oscurecerá, la tierra se
tambaleará, la tercera parte de la humanidad se salvará;
La Cruz Gloriosa aparecerá en el cielo, Cruz
que manará destellos de Luz de las Llagas de Jesucristo para iluminar a toda la
tierra, Cruz que alertará a la humanidad entera de la Segunda Llegada de Jesús.
Desde hace muchísimo tiempo os vengo hablando
de lo mismo, pero Mis Palabras caen en el vacío, Mis Mensajes chocan en los
corazones duros como el pedernal que aún no se han abierto a la Gracia,
corazones embotados de orgullo, de soberbia, lastre del mundo, corazones
opacos, sombríos, porque es mucho el pecado que hay dentro.
Yo, María, Madre de la humanidad, Me mantengo
con los hijos de Mi Divino Hijo y les alertó: Prepárense para enfrentar los
peores desastres que la naturaleza propiciará a la criatura humana... Estoy en
busca de Mis hijos fieles a los que de una y otra manera llamo. Cuando la
guerra se encuentre en su peor momento y el impostor anticristo, engendro de
satanás haga su aparición pública, dándose a conocer previamente a través de
los medios tecnológicos, cómo el gran salvador de la humanidad, con toda suerte
de milagros provenientes del infierno, no se admiren ni teman frente al engaño
del que están avisados, porque así mismo, desde ya les anuncio Mi Señal de que
Estoy con ustedes para que no se confundan:
Me verán en el firmamento, en toda la tierra,
Coronada por el Espíritu Santo bajo la advocación de Reina y Madre de los
últimos tiempos portando en Mi Mano un Crucifijo al que Besaré con gran
Reverencia.
Tengan fe, son Mi Gran Tesoro y por Voluntad
Divina permanezco con ustedes... decídanse a cambiar sin esperar una señal para
convertirse... ¡Háganlo ya!